«Necesitamos recuperar la importancia de la afectividad en la vida consagrada» - Alfa y Omega

«Necesitamos recuperar la importancia de la afectividad en la vida consagrada»

El ITVR organiza la 54 Semana para los Institutos de Vida Consagrada, en la que se abordarán temas como los sentimientos de Cristo, las heridas y el perdón, la inteligencia cordial, o la relación entre afectividad y autoridad

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

«Ya está hora de que se abordara esta cuestión». Esta ha sido una de las numerosas reacciones positivas a la elección del tema de la nueva edición de la Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada, que tendrá lugar del 23 al 26 de abril en la Universidad San Pablo CEU y llevará por lema Lo afectivo es lo efectivo.

«Las transformaciones afectivas en nuestra sociedad también afectan a las personas consagradas en sus distintas edades», ha dicho este viernes en su presentación a los medios de comunicación Antonio Bellella, director del ITVR. Esta realidad «se ha vivido en silencio durante demasiados años», por lo que la Semana pondrá el foco en este tema, «un desafío que abordamos con ilusión ante los cambios de mentalidad en la vida consagrada y en la sociedad».

En este sentido, Bellella ha resaltado «la importancia de la persona considerada como un ser abierto y relacional, que se expresa en las relaciones con los demás», todo ello en un contexto eclesial que «ha abierto una nueva praxis relacional», en clave del «proyecto sinodal» actual.

«Necesitamos recuperar la importancia de la afectividad y del corazón en la vida consagrada», ha añadido. En el pasado, «se ha considerado lo afectivo como sinónimo de inmaduro, poco sensato e inconveniente» y se pensaba que «era un error no basarse en la razón y la voluntad». Según está mentalidad, lo afectivo «se identificaba con lo caprichoso, irracional, ingenuo y romántico», en aras «del espejismo de la efectividad ilimitada».

Sin embargo, «hoy ya no es así», pues «basta pensar en consagrados efectistas y eficaces que por vivir una afectividad convulsa han causado daño», mencionando explícitamente el tema de los abusos en el seno de la Iglesia.

Por todo ello, «necesitamos una nueva cultura afectiva», pues «no podemos estar indiferentes a lo que nos toca dentro. No somos islas, necesitamos una afectividad integrada en un proceso personal vivido en la fraternidad y la vivencia comunitaria», ha señalado el director del Instituto Teológico de Vida Religiosa. De hecho, «este tema está ya muy presente en las escuelas, en las familias, en las parroquias, y se percibe hasta en el extraordinario éxito de los libros de autoayuda».

Por todo ello, la próxima Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada se fijará «en la fuerza y el drama de la afectividad en la vida consagrada», desde un enfoque «interdisciplinar y diversificado», con un programa en el que abunda la presencia femenina, «lo cual es muy enriquecedor». Así, durante esos días se abordarán temas como los sentimientos de Cristo, el tesoro del corazón, las heridas y el perdón, la inteligencia cordial, o la relación entre afectividad y autoridad, con la encíclica del Papa Dilexit nos como melodía de fondo.