Muere sor André, la persona más longeva del mundo - Alfa y Omega

Muere sor André, la persona más longeva del mundo

La religiosa, que nació en una familia protestante, se bautizó a los 19 años y entró en las Hijas de la Caridad a los 40

Redacción
Sor André. Foto: AFP / Nicolas Tucat.

La monja francesa Lucile Randon, conocida como sor André y reconocida como la persona más longeva del mundo, falleció a los 118 años de edad en la ciudad de Toulon, en el sur de Francia, informa Europa Press. El alcalde de la ciudad, Hubert Falco, confirmó este martes el fallecimiento, recordando que, en menos de un mes, el 11 de febrero, habría cumplido un año más.

«Con inmensa tristeza y enorme emoción me acabo de enterar de la muerte de la hermana André», indicó Falco a través de una publicación dedicada a la religiosa en su perfil de la red social Facebook.

Y añadió: «Ella era la decana de la humanidad y gracias a su notable edad conquistó los corazones de todos los franceses. Pero, más allá del símbolo que representaba por haber cruzado el siglo y experimentado dos guerras mundiales, la hermana André fue, ante todo, una mujer profundamente buena y cariñosa».

En una entrevista con Vatican News al cumplir 116 años afirmaba que su felicidad diaria era rezar. Atribuía, además, el secreto de su longevidad a que «cada día tomo un poco de chocolate». En otra, con el diario francés Var Matin, sin embargo, ya manifestaba su esperanza de que «el buen Dios no sea demasiado lento para hacerme esperar. Está exagerando…». También reconocía que anhelaba especialmente reencontrarse con su hermano mayor y sus abuelos.

La religiosa, que nació en el sur de Francia en 1904, fue incluida en abril de 2022 en la lista de personas vivas de mayor edad y, según el Guinness World Records, es la segunda persona francesa y europea más anciana jamás registrada, según informa la agencia dpa.

Trabajó para la familia Peugeot

Sor André nació en 1904 en Alés en el seno de una familia protestante. A los 12 años entró a trabajar en casa de una familia en Marsella. Cuatro años después, la familia Peugeot la contrató como institutriz para sus hijos durante un par de años. A continuación trabajó 14 más para otra familia.

Durante ese tiempo, hizo un retiro espiritual en la casa de las Hermanas de Nuestra Señora del Cenáculo y experimentó una fuerte conversión. Se bautizó en 1923, con 19 años. A lo largo de las siguientes décadas, su vida de fe se fue profundizando hasta que descubrió la llamada a hacerse religiosa.

Cuando en 1944 entró en las Hijas de la Caridad para hacer el noviciado en la comunidad de la calle Bac de París tomó el nombre masculino de André en honor a su hermano. Era una forma de compensarlo por la gran sorpresa que se llevó él al conocer la noticia.

En 1945 fue destinada al hospital de Vichy, donde pasó 28 años atendiendo a huérfanos y ancianos. También estuvo seis años haciendo los turnos de noche de otro centro de su congregación en La Baume-d’Hostun.