Muchas ideas y poca ideología - Alfa y Omega

Avvenire ha entrevistado al presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) tras las elecciones en el país del pasado 26 de septiembre. Supuesto y confirmado el debido respeto por la libertad de voto que asiste a todos los ciudadanos, la propuesta con la que don Matteo —así le llama el autor de la entrevista—, abre el nuevo ciclo político es rotunda: «Necesitamos muchas ideas y poca ideología». Se refiere a la nota que los obispos publicaron antes de las elecciones en la que recordaban principios y criterios irrenunciables para un católico. A saber: el bien común, que no el interés de parte, la defensa de los derechos inviolables de la persona y de la comunidad. Estos, subrayaba Zuppi, serán las claves del diálogo. Sin olvidar, el marco constitucional, el interés nacional y el europeo. La finezza con la que el presidente de la CEI se pronuncia sobre una posible reforma constitucional es digna de elogio. Como lo es la defensa del espíritu de una Constitución, la de 1947, «nacida de la falta de libertad del fascismo y de los terribles años de la guerra». En Italia, como en Alemania, se cumplió aquello que el Papa Pío XII había escrito en Benignitas et humanitas (1944): la amarga experiencia de un poder dictatorial lleva a los pueblos a escapar de los monopolios del poder. Las raíces de este legado, que también residen en la visión de los padres constituyentes italianos y europeos, merecen ser cuidadas. El cardenal Zuppi se refiere a la cultura política que debiera ser cultivada. Quizás en el Parlamento italiano haya cada vez menos políticos católicos, le pregunta el entrevistador. Y la respuesta recuerda en algo a aquello de León XIII con relación a los católicos y la política: la cuestión se dirime en los problemas del país. Y en los problemas del país y en la capacidad de comprensión de los mismos es donde se juegan las ideas. Ese es el papel del tercer sector, capaz de traducir las ideas en cultura política. Esa es la solidaridad laical cristiana que, en expresión del cardenal Zuppi, recuerda, al menos a mí me lo parece, a la vieja democracia cristiana de León XIII. Les invito a leer Graves de communi re. Lo dicho: más ideas y menos ideología.