Moda re-: «Es muy difícil hacer economía verde con los números en rojo»  - Alfa y Omega

Moda re-: «Es muy difícil hacer economía verde con los números en rojo» 

La iniciativa textil de Cáritas sigue soportando gastos que deberían estar pagando ayuntamientos, comunidades autónomas y empresas

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Una de las trabajadoras de la iniciativa
Una de las trabajadoras de la iniciativa. Foto: Moda-re.

En los últimos días ha salido a los medios de comunicación la noticia de que podría peligrar el proyecto Moda re-, la iniciativa de reciclaje de prendas de vestir para la generación de empleo inclusivo para personas en riesgo o situación de exclusión social promovido por Cáritas. Con más de 170 tiendas en más de 100 ciudades de la península y Baleares, «vamos a hacer todo lo posible porque no esté en peligro nuestra labor de llegar a los últimos de entre los últimos», explica Alberto Egido, responsable de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Moda-re.

—¿Está la misión de Moda-re ante un futuro incierto?
—Una serie de factores han confluido y afectan a nuestras operaciones de inserción y de mejora del impacto ambiental. Por un lado, la Ley de Residuos de 2022 establecía la obligatoriedad de la recogida selectiva del residuo textil para antes del año 2025. Esa ley contemplaba que al menos el 50 % de las licitaciones públicas de ayuntamientos y comunidades autónomas estuvieran reservadas a empresas de inserción y a centros especiales de empleo de iniciativa social.

—Como Moda-re…
—Así es. Nuestro proyecto está conformado por 50 cooperativas y empresas de inserción, y eso que decía la ley de que se tenía que reservar esas licitaciones para empresas de inserción en realidad no está sucediendo. Un dato ilustrativo: de los 8.132 municipios que hay en toda España solo han salido en torno a 150 licitaciones públicas para la recogida, transporte y tratamiento del residuo textil.

Además, de esas 150 licitaciones, la mayoría han salido sin reserva de contrato, es decir, dejando fuera a aquellas entidades declaradas de interés económico general, que son las empresas de inserción de personas en situaciones de vulnerabilidad o exclusión social, y las que se dedican a insertar a personas con discapacidad.

Una de las tiendas de Moda-re.
Una de las tiendas de Moda-re. Foto: Moda-re.

—¿Qué más factores hay que están poniendo en peligro esta labor?
—Toda la recogida y tratamiento textil exige cada vez más costes, de los que no se están haciendo cargo los ayuntamientos y las comunidades autónomas tal y como dice la ley. Eso está tensionando económicamente todas nuestras actividades.

—¿Las empresas no tienen ninguna responsabilidad en este campo?
—Sí la tienen. La ley del 2022 establece un sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP), que no es otra cosa que aplicar el principio de que quien contamina paga. Esto hace que cada empresa que pone en el mercado una prenda de ropa tiene que pagar un cierto canon para que, al final de la vida útil de esa prenda, se pueda depositar en contenedores para ser correctamente gestionada.

—¿Y eso no lo están haciendo?
—No se está haciendo, también hay por un retraso de la legislación europea. Por los plazos marcados desde Europa posiblemente no se empezará a hacer hasta principios del 2027.

—¿Cómo afecta todo esto a Moda re-?
—Somos nosotros los que tenemos que seguir asumiendo los costes de toda esa recogida sin contraprestación ni por parte de los ayuntamientos ni por parte se las empresas del SCRAP. Es Moda re- la que está soportando el gasto de la recogida, reciclaje y el desarrollo de las tiendas.

Nuestra voluntad no es ganar dinero con esto, porque somos cien por cien sin ánimo de lucro y hasta el último céntimo de lo que obtenemos con nuestras actividades se destina a ser reinvertido en la inserción para los colectivos vulnerables. Pero somos también sin ánimo de pérdidas. Es muy difícil hacer economía verde con los números en rojo.

—¿Está en peligro entonces esta iniciativa de reinserción social y de reciclaje en favor del ambiente?
—Vamos a hacer todo lo posible por que no esté en peligro porque nuestra labor entendemos que llega a atender a los últimos de entre los últimos y eso no se puede dejar de realizar. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano pero es verdad que las circunstancias se están alineando para ponérnoslo realmente difícil. Esperemos que cuando toda esta legislación se concrete no haya operadores de residuo textil, específicamente aquellos de la economía social, que se hayan quedado por el camino.