Miedo y confusión en Haití tras el asesinato del presidente - Alfa y Omega

Miedo y confusión en Haití tras el asesinato del presidente

Ante esta situación, se espera que la Iglesia pueda sacar «alguna nota» antes de que concluya el día y pidan «calma y tranquilidad», afirma el sacerdote redentorista Raphael Thierry a este periódico

Redacción
El presidente de Haití, Jovenel Moise. Foto: Efe / Jean Marc Herve Abelard

El presidente de Haití, Jovenel Moise, ha sido asesinado en un ataque perpetrado este miércoles de madrugada contra su residencia privada y en el que también ha resultado herida de bala la primera dama, según ha informado el primer ministro interino, Claude Joseph, en un comunicado. Horas después varios medios, y varias personas, entre ellas el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, y la mujer del presidente interino de Venezuela, Fabiana Rosales, confirmaron su fallecimiento.

El ataque se produjo en torno a la una de la madrugada y ha sembrado el país de miedo. «La calle está vacía. Tampoco hay tráfico. La gente parece que se ha quedado en casa por miedo. No hay nadie que haya dicho que nos quedemos dentro, pero la gente ha tomado esta decisión. Ahora parece peligroso salir», explica el sacerdote redentorista Raphael Thierry en conversación con Alfa y Omega.

Junto al miedo, reina la confusión. «No hay información sobre el origen del ataque. Los medios hablan de cinco personas extranjeras que hablan español e inglés». Sin embargo, las primeras hipótesis apuntan al jefe de seguridad del presidente, al que están buscando. «Él estaba anoche con el presidente y no murió ningún policía. Eso es sospechoso. ¿Cómo es posible que muera así el presidente de un país en una zona tan controlada?», se pregunta Thierry.

La confusión también afecta al futuro, pues nadie sabe quién debe tomar el mando. «Según la Constitución, quien debe ser presidente ahora es el presidente de la Casa de Justicia, pero murió por coronavirus. Ahora ya no sabemos quién. No hay nadie para ser presidente», asegura el sacerdote redentorista.

Ante esta situación, se espera que la Iglesia pueda sacar «alguna nota» antes de que concluya el día. «Creo, y espero, que pedirán calma y tranquilidad», pero antes de dar cualquier paso debe «tomar una decisión consensuada entre todos los obispos».

Situación de inseguridad

Esta llamada a rebajar la tensión puede ser clave en un país, y en una capital como Puerto Príncipe, donde por ejemplo «hace menos de una semana mataron, según las organizaciones de derechos humanos, a 23 personas» y «el Gobierno ni siquiera una nota de condena».

Desde hace algún tiempo «es muy peligroso incluso caminar por las calles», asevera Raphael Thierry. «Hay grupos armados por todos lados. Uno se presentan como revolucionarios, otros hacen secuestros. La situación es tremenda», confirma el sacerdote. Y pone un doloroso ejemplo: «Ayer mismo mataron a una enfermera que estaba en una ambulancia, de un tiro en la cabeza».

José Calderero / María Martínez