Siete religiosos, víctimas de la oleada de secuestros en Haití - Alfa y Omega

Siete religiosos, víctimas de la oleada de secuestros en Haití

En medio del estado de emergencia por la actuación en varias zonas del país de grupos armados, «los llamados líderes de este país, mientras se aferran al poder, son cada vez más impotentes», denuncian los obispos

Redacción
Foto: Reuters / Andrés Martínez Casares

Siete religiosos católicos –cinco haitianos y dos franceses– fueron secuestrados el domingo en Haití, dijo a la AFP el portavoz de la conferencia episcopal de este país caribeño que se enfrenta a una creciente situación de inseguridad. Los integrantes del grupo, incluidos una monja y un sacerdote de origen francés, fueron secuestrados por la mañana en Croix-des-Bouquets, cerca de Puerto Príncipe, mientras «se dirigían a la toma de posesión de un nuevo sacerdote», explicó el padre Loudger Mazile.

Además de los dos religiosos franceses, el grupo comprende a cuatro curas y una monja haitianos. Mazile precisó que los secuestradores exigieron un millón de dólares en rescate. La policía sospecha que una banda armada activa en la zona, apodada 400 Mawozo, está detrás del secuestro, según una fuente en sus filas.

Contactada por la AFP, la embajada de Francia no hizo comentarios de inmediato. La Conferencia de Religiosos de Haití (CHR) dijo más tarde en un comunicado que otras tres personas, familiares de otro sacerdote que no estaba entre los secuestrados, también fueron raptados.

«Esto es demasiado»

«La CDH expresa su profundo pesar así como su enojo por la situación inhumana que hemos atravesado durante más de una década», dijo en su comunicado de prensa. «No pasa un día sin llantos y temores y, sin embargo, los llamados líderes de este país, mientras se aferran al poder, son cada vez más impotentes», agrega.

Los secuestros extorsivos han aumentado en los últimos meses en Puerto Príncipe y en el interior del país. «Esto es demasiado. Ha llegado el momento de que cesen estos actos inhumanos», dijo por teléfono el domingo monseñor Pierre-André Dumas, obispo de Miragoâne. «La Iglesia ora y se solidariza con todas las víctimas de este acto vil», añadió.

Estado de emergencia

En marzo, el gobierno haitiano declaró el estado de emergencia por un mes en ciertos distritos de la capital y una región del interior con el fin de «restaurar la autoridad del Estado» en áreas controladas por pandillas. La medida está motivada por la actuación de bandas armadas que «secuestran a personas para pedir rescate, robando y saqueando bienes públicos y privados, y enfrentando abiertamente a las fuerzas de seguridad pública», según indica el decreto presidencial.

La violencia de las pandillas y la inestabilidad política han provocado recientemente protestas en las calles de la capital. El 3 de abril, varios cientos de mujeres marcharon en Puerto Príncipe para denunciar el creciente poder de las pandillas en el territorio. Los secuestros para obtener rescate afectan a los habitantes más ricos, pero también a la gente que vive bajo el umbral de la pobreza, que constituye la mayoría de la población.

Crisis política

Haití, el país más pobre del continente americano, lleva varios meses sumido en una profunda crisis política. El presidente Jovenel Moise estima que su mandato finalizará el 7 de febrero de 2022, mientras que para la oposición y parte de la sociedad civil ya concluyó, el 7 de febrero pasado.

Este desacuerdo se debe al hecho de que Moise fue elegido en unos comicios anulados por fraude y fue reelegido un año después. Sin un parlamento que funcione, en 2020 el país se hundió aún más en la crisis y el presidente gobierna por decretos, lo que alimenta una creciente desconfianza hacia su administración. En este contexto político inestable, Moise decidió convocar a un referéndum constitucional para junio próximo.