«Mi relación con sister Primi es de madre e hija» - Alfa y Omega

«Mi relación con sister Primi es de madre e hija»

En vísperas del Domund, OMP España entrega el Premio Beata Pauline Jaricot a Primitiva Vela, que lleva 51 años en la India. Pero su mayor alegría es cuando las niñas de la calle a las que acoge encuentran un trabajo digno

María Martínez López
Además de Ankur, las misioneras abrieron en 2010 Dilkush, un hogar para niños. Foto: OMP.

Khushboo Bhola Khan tenía 5 años cuando en 1997 llegó al Hogar Ankur para Niñas, que las Hermanas de la Caridad de Santa Ana acababan de abrir en el barrio de Mira Road, al norte de Bombay, cerca de los slums (barrios de chabolas) de Laksmi y Kasigaon. «Me llevaron allí por mi bien, para que creciera y me desarrollara de forma adecuada, porque mi estado era bastante malo», explica a Alfa y Omega. En Ankur comía tres veces al día, tenía atención médica y empezó a ir al colegio. Pero, por aquel entonces, lo que más le gustaba era «el perro que teníamos». Recuerda que «mi relación con sister Primi y con todas las demás era excelente, como de madre e hija. Todas me querían y me ayudaban también en lo personal, para sanar las heridas internas» de esos duros primeros años de vida. Decidió estudiar Enfermería y ahora trabaja en un hospital de la misma ciudad. Sigue visitando a las hermanas y a las 200 niñas rescatadas de la calle o confiadas a las religiosas por las familias de los slums. Por eso, ha recibido con gran alegría la noticia de que Obras Misionales Pontificias en España ha decidido entregar el Premio Beata Pauline Jaricot, en su segunda edición, a Primitiva Vela, Primi.

Vela lleva 51 de sus 78 años en la India, primero en Gujarat y luego en Bombay. La educación de los niños y la atención a los slums siempre han sido sus prioridades. Ahora, junto con nueve hermanas indias, gestiona no solo Ankur sino también Dilkush, un hogar similar para 60 niños, y una guardería. De los 1.429 millones de habitantes que han hecho que la India supere a China en población, se estima que 65 millones viven en barrios de chabolas. Los niños suelen mendigar o trabajar. A ellos se suman, según UNICEF, once millones de niños de la calle. Además de las necesidades físicas, «cuando llegan de la calle tienen una imagen totalmente distorsionada de la sociedad: “Es mala, te oprime, abusa de ti, te engaña”», explica Vela. En los hogares, «les ofrecemos un clima de amor y familia que los ayuda a recuperar la confianza en sí mismos y a crecer sanos». A las religiosas todavía les queda tiempo para ofrecer atención sanitaria y alimentos a los vecinos de los slums, e incluso a mejorar sus chabolas con placas solares y filtros de agua. A cambio, les piden que escolaricen a sus hijos.

En cifras

61,89 millones de euros recaudó el Domund en 2022

538 proyectos financió España en 2022 con 14,2 millones de euros

7.788 misioneros españoles en activo

José María Calderón, director nacional de OMP, explica que «en Primi reconocemos el trabajo de todos los misioneros y la labor de la Iglesia en tantos lugares para acompañar a los más vulnerables y los que están más solos». Su historia «puede mostrar que hay personas que consagran su vida por amor a Cristo para servir a los demás». Al recibir la noticia, relata la misionera, «me fui a la capilla y le dije a Dios: “Señor, te van a dar un premio”. Si somos capaces de amar, de darnos con todas las consecuencias a los más débiles, es porque Él nos inspira, nos da la fuerza y nos protege hasta el final».

Sin embargo, una de las cosas que le da más alegría es «cuando las chicas se colocan dignamente como profesoras, enfermeras o en despachos», asegura una antigua compañera, la hermana Gracy, que recogerá el premio en su nombre. Sister Primi no vendrá a España para la entrega del galardón, el viernes 20 de octubre a las 9:30 horas en el Espacio All in One de Caixa Bank en Madrid (plaza de Colón, 1) porque le van fallando las fuerzas. Pero sigue sintiendo el deseo de hacer realidad el lema del Domund este año: Corazones ardientes, pies en camino. Como dice el Papa en su mensaje, «en camino con la alegría de anunciar a Cristo Resucitado. La eterna juventud de una Iglesia siempre en salida».

Los niños llevaron el saludo de los misioneros a 13 millones de personas y llenaron la Puerta del Sol

«¿Cómo puedo explicar a mis chavales que se puede dar algo a cambio de nada?». En los años 70 esta pregunta preocupaba a Xavier Ilundain, jesuita y profesor del colegio Nuestra Señora del Recuerdo, de Madrid. Implicado también en el movimiento Cristianos Sin Fronteras, de fuerte cariz misionero, se le ocurrió vincular ambas inquietudes. Y surgió una idea: «Que los mismos niños que pedían con sus huchas en el Domund a favor de los misioneros transmitieran su agradecimiento saliendo a las calles el sábado antes de Navidad a repartir estrellas plateadas con la frase: “Jesús nace para ti”. Y no podían recoger aguinaldos».

Aunque le costó varios años poner la idea en marcha, cuando Sembradores de Estrellas por fin arrancó en Madrid en 1977 pronto se extendió por todo el país. «Hemos llegado a hacer 13 millones de estrellas», subraya Ilundain. La iniciativa llegó a convertirse en un momento clave de presencia pública de la Iglesia en la capital, sobre todo a finales de los años 80 y principios de los 90. El jesuita explica que, después de la actividad, reunían a los niños en varios lugares, que pasaron a ser tres y luego empezaron a concentrarlos a todos en la Puerta del Sol, con la colaboración del Ayuntamiento. «Se llenaba totalmente y los alcaldes, Agustín Rodríguez Sahagún y José María Álvarez del Manzano, venían y hablaban a los chicos». Sin embargo, uno de los momentos que recuerda con más emoción fue años antes cuando él y una docena de muchachos visitaron en el Ayuntamiento a un Enrique Tierno Galván «ya muy enfermo», poco antes de morir en enero de 1986. Al decirle que rezaban por él, se conmovió, los besó y no los dejó marcharse hasta que le cantaron varios villancicos.

Esta labor, junto a su aportación a las revistas misioneras para niños y adolescentes Gesto y Supergesto, ha hecho a Ilundain merecedor del Premio Beato Paolo Manna a quienes han apoyado o dado a conocer la labor de los misioneros. La animación misionera para los niños, subraya el director de OMP España, José María Calderón, resalta que estos «no son receptores pasivos, sino gente activa que puede colaborar con la misión». Si desde pequeños promueven este espíritu, «se plantearán la vida cristiana como vida misionera».

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