El sacerdote que bautizó a los nietos de Maradona: «Tenía una fe popular»

El astro del fútbol vivía una religiosidad popular heredada de su madre y hace poco menos de un año se convertía en el padrino de su último nieto. «Uno de los regalos más lindos que me hizo Dios fue celebrar el Bautismo de uno de los nietos de Maradona», asegura a Alfa y Omega el sacerdote Fabián Báez, quien en enero de 2019 presidió la ceremonia en la casa argentina de Maradona. «Esa tarde percibí que tenía una fe muy unida a su familia, a sus hermanas; tenía una fe muy popular».

El bautizado era Diego Matías, hijo de Diego Junior, el primogénito hijo extramatrimonial de Maradona que reconoció legalmente en 2014, casualmente el mismo año que regresó a la Santa Sede para encontrarse con el Pontífice. Diego se convirtió en padrino de su nieto. «Maradona tenía una piedad popular como nuestro pueblo fiel vive la fe, una fe que está incorporada al ADN espiritual y que se hace vida», señala Báez, párroco de la iglesia María Reina y miembro de Cáritas Buenos Aires.

Fue de su madre, a la que llamaban Tota, de quien Diego Armando Maradona heredó la fe. En el Bautismo de su nieto la recordó a ella y a su padre. El 5 de enero de 1961, a los dos meses de vida, Diego Armando fue bautizado en el santuario del Rosario del barrio porteño de Nueva Pompeya. Sostenido por su madrina y abuela materna, Salvadora Cariolicci, recibió de un sacerdote franciscano el agua bautismal.

El jugador de fútbol, fallecido el pasado 25 de noviembre, siempre necesitó a Dios. Durante muchos años llevó colgado un crucifijo en su cuello que posaba sobre su pecho. De allí que, antes de irse Fabián Báez de su casa, le pidiera agua bendita.