Madrid acoge 16 nuevos diáconos: «Sed puentes entre el altar y la calle»
La celebración ha tenido lugar este sábado en la catedral de la Almudena, donde el cardenal José Cobo les ha pedido que «no olviden nunca al hermano necesitado» y aprendan «el arte de la acogida y de la escucha»
La catedral de la Almudena ha vivido este sábado una de las celebraciones más significativas para la vida diocesana: la ordenación diaconal de 16 seminaristas. La Eucaristía ha reunido a cientos de fieles entre familiares, amigos, sacerdotes, miembros de comunidades parroquiales y religiosas, que no han querido perderse uno de los días más importantes de la vida de los nuevos diáconos: Guillermo Ara Cruz, José María Ausín Martinéz, Alejandro Cantos Ruiz, Lorenzo Care-li, Simone Col-leluori, Alberto del Olmo Elías, Jaime Echanove Puig, Francisco Javier Esplugues Barquero, Miguel Fragoso Januario, José María González Bueno, Marco Antonio González García, Andrés José Marín Ortíz, Christian Oliveira dos Santos, Alberto Ramírez Carrasco y Francisco Javier Carmena Martínez.
Desde el comienzo de la celebración, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha querido destacar el valor de la jornada: «16 diáconos vais a ser ordenados, vamos a dar gracias por vuestras historias, a vuestros rectores, a vuestras familias. Hoy es un día muy especial que recordaréis siempre. Vamos a dejarnos interpelar por la celebración y por un Dios que va a intervenir a través vuestro y del pueblo que nos recibe».
El arzobispo de Madrid ha querido desarrollar su homilía a partir de tres palabras que, según ha explicado, resumen lo vivido esta tarde: memoria, promesa y envío. «Es un día de memoria porque podemos constatar, en vuestras vidas y en la de cada uno de nosotros, que Dios es fiel. Es un día de promesa porque vosotros os habéis puesto en pie y os entregáis para siempre al servicio. Y es un día de envío no solo vuestro, sino de todos los que participamos hoy en esta celebración porque con vuestro testimonio nos invitáis a no quedarnos solo en el altar, sino a salir a nuestro mundo y a anunciar que somos instrumentos de cercanía y presencia de Dios».

También ha recordado que el estilo del diácono ha de estar marcado por la ternura firme y el compromiso concreto. «No olvidéis nunca al hermano necesitado. Tenéis que aprender el arte de la acogida y de la escucha, porque seréis sanadores de soledades no deseadas y así podréis ser servidores de la mesa de la Eucaristía».
«Tendréis el privilegio de incorporar nuevos cristianos a la vida nueva de la Iglesia, el don de bendecir el matrimonio y todo vivido no desde el poder, sino como un humilde servicio, situándoos a los pies de los hermanos, como Cristo. La Iglesia es muy sabia y no quiere presbíteros que antes no hayan tenido sembrado en el alma el ministerio del servicio. Este sacramento diaconal se siembra para siempre en vuestra alma», ha dicho el cardenal José Cobo.
Además, ha animado a los nuevos diáconos a ser «puentes» en medio de un mundo cada vez más polarizado: «Vuestra vocación diaconal es un regalo para este tiempo y es muy urgente. Donde haya división, sembrad comunión. Donde haya etiquetas, dignidad. Donde haya desprecio, misericordia». Y añadió con fuerza: «La fe no excluye, no clasifica, no levanta muros. La fe une, escucha, atrae. Sed puentes entre Dios y su pueblo, entre la Iglesia y el mundo, entre el altar y la calle».