Luis Argüello: «Queremos ayudar a regenerar la democracia»

«Es legítimo que un partido político tenga un programa y lo ofrezca a la sociedad. Lo preocupante es que a ese programa se le dé un contenido de religión civil, porque entonces el estado ofrece una propuesta religiosa de sustitución y deja de ser neutral», ha afirmado Luis Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, durante el acto ¿Qué modelo de laicidad queremos para España? Las religiones ante las propuestas de laicismo, que ha organizado este jueves el Foro Omnes.

Argüello ha recordado que «la laicidad positiva asegura la convivencia de pueblos distintos», y que el sentido del estado es «organizar la convivencia», entre «los que somos grupalmente diferentes».

En esta línea, Isaac Querub, expresidente de la Federación de Comunidades Judías de España, ha añadido que «cuando se erradica de manera fanática el factor religioso o a Dios de la sociedad, se le sustituye rápidamente por el culto al individuo y entonces sabemos lo que ocurre. Cuando se mata a Dios tenemos el culto a la personalidad y se termina por matar a las personas». Por este motivo, «al estado pedimos que facilite la libertad del individuo y el ejercicio de sus convicciones religiosas», ha añadido Querub.

Durante el debate, ambos ponentes han coincidido en que les hubiera gustado una reunión o consulta de la comisión mixta entre el Gobierno y las entidades religiosas para tratar asuntos como el cierre de centros de culto durante la pandemia, o abordar conjuntamente la tramitación de leyes como la LOMLOE o la más reciente sobre la eutanasia.

Tanto Luis Argüello como Isaac Querub quisieron hacer una llamada a la esperanza al subrayar el papel insustituible del hecho religioso para la sociedad. «Nuestro mayor desafío es poder vivir nuestra fe cristiana, ofrecerla desde la convivencia que tenemos con otros, y poder así ayudar a regenerar la democracia», ha asegurado Argüello.

El encuentro ha sido moderado por la catedrática de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña, Montserrat Gas, quien ha recordado que el marco constitucional de la cuestión religiosa en España «es el de la Constitución de 1978, basado en el reconocimiento del derecho de libertad religiosa y en la laicidad del estado», por lo que el papel de este último es «promover y dar juego a esta libertad». Algo a lo que el secretario general de la CEE ha calificado como «satisfactorio», y del que Querub ha dicho que «es admirado en todo el mundo y funciona. Y si funciona y satisface a las distintas confesiones ¿por qué hemos de cambiarlo?».