Luis Argüello define el nombramiento de León XIV como «un don del Espíritu Santo»

La elección del cardenal Robert Francis Prevost como León XIV, ha sido recibida con «una gran alegría» por parte de la Iglesia española. Así lo ha expresado a través de un videomensaje este jueves el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello.

El arzobispo de Valladolid ha recordado que el nombre elegido por Prevost tiene un simbolismo especial. Empezando por León I, «de una importancia singular en la vida de la Iglesia del siglo V», y acabando hace poco más de 100 años por León XIII, «el Papa de la doctrina social». El presidente de la Conferencia Episcopal ha hecho especial hincapié en la llamada de León XIV este jueves tras su elección a «anunciar el Evangelio, vivir juntos en comunión» y ser «constructores y edificadores de la paz que el mundo tanto ansía».

Además, según apunta Argüello, el nuevo Papa cuenta con una fuerte vinculación con el mundo hispano. Fue obispo de Chiclayo, en Perú, y «ha mostrado su cercanía a nuestra nación visitando como prior general de los agustinos las comunidades en España». Esa experiencia, ha afirmado, «le ha dado la oportunidad de conocer varios de los lugares de nuestra tierra». En este sentido, el presidente de la CEE ha invitado a «acoger con alegría y agradecimiento este nuevo don que nos ha hecho el Espíritu Santo a través del colegio de cardenales».

El arzobispo de Valladolid ha recordado un momento personal con el nuevo Pontífice durante el reciente Sínodo sobre la Sinodalidad. «En ese diálogo, el actual Papa León XIV hizo un comentario que tocó mi corazón» sobre la Carta de san Pablo a los filipenses. Según ha explicado, el entonces cardenal Prevost insistía en que «si la Iglesia no entra por el camino que canta Pablo, difícilmente va a poder vivir la comunión y tener un corazón libre para anunciar el nombre de Jesús, Cristo, Señor».

Finalmente, el presidente de la CEE ha concluido su videomensaje diciendo: «Que el Señor bendiga a León XIV, que la Virgen le cuide e interceda por él y por toda la Iglesia. Habemus Papam».