Luciérnagas. ¿Somos monstruos o seres de luz? - Alfa y Omega

«Aquí vivió el hombre que no esperaba nada». Así se inicia esta obra de Carolina Román, con el curioso título de Luciérnagas. En un escenario sencillo y cercano nos encontramos con el personaje de Julio (Jaime Reynolds), quien, con un piano que parece tocar a lo lejos, nos introduce en la obra, que será un flashback del personaje recordando lo vivido en esa casa de su infancia. Nos presenta al ser que era y que quizá dejo de ser.

Julio es hermano de Álex (Fede Rey), un niño que sufre de un ligero retraso mental y que lo hace ser ingenuo, infantil y a veces, bastante imprudente. Julio y Álex son huérfanos y viven en un pueblo alejado de todo. Julio es un tipo reprimido, responsable y poco afable a quien parece haberle caído como un gran yugo el cuidado de su hermano y de su casa después de la muerte de sus padres y que, aunque quiere de verdad a su hermano, parece estar cansado de esa vida que le tocó. Desea siempre otro tipo de vida al lado de un amor a quien dejó ir.

La historia inicia con la llegada al pueblo de Lucía (Aixa Villagrán), una supersticiosa chica que llega de la gran ciudad, pues “señales” le han dicho que se vaya a ese pueblo y trabaje en un hostal que están por abrir. Lucía aporta cuidado, cariño y frescura a la relación de estos dos hermanos.

Lo mejor de la obra es, sin duda, el reparto. Los actores emocionan al público y lo hacen reír. La dirección es también espectacular, inteligente y cercana, con el uso del escenario perfecto y una iluminación pulcra.

El título de la obra, Luciérnagas, apunta a una metáfora de cómo es el hombre: mitad monstruo, mitad ser luminoso. Y los personajes nos van descubriendo ese ser oscuro que se lleva dentro. Lo descubrimos en ellos tres y en los demás habitantes del pueblo, y lo descubrimos a través de una historia llena de drama, que parece apelar a la emoción sensible de la audiencia y que no da respiro alguno, pareciendo como si se estuvieran recibiendo electrochoques de tensión dramática.

Quizá salgamos de allí descubriéndonos como luciérnagas, mitad oscuridad y mitad luz. Lo que prevalece en el interior no creo que sea fruto de encuentros casuales, sino de decisiones vitales, de aprender a mirar al otro antes que a uno mismo y, sobre todo, de no ser hombres que dejen de esperar algo.

Luciérnagas

★★★☆☆

Teatro:

Teatro del Arte

Dirección:

Calle San Cosme y San Damián, 8

Metro:

Lavapiés

Sábados a las 19:00 horas