Los vecinos de Cañada escriben al Papa pidiéndole su «mediación» ante la falta de luz
Los firmantes tildan la situación de «intolerable» y le piden a Francisco que inste a las autoridades a tomar medidas con carácter urgente
Un grupo de comunidades cristianas y varias asociaciones vecinales han escrito una carta al Papa Francisco para pedirle «su mediación y oración» ante la «dificilísima situación» que se está viviendo en la Cañada Real, donde cerca de 4.500 personas, 1.812 de ellos niños, llevan 100 días sin suministro eléctrico.
La falta de luz «está generando un sufrimiento indecible a los vecinos», que son en su «mayoría familias muy vulnerables». Especialmente afectados se encuentran los niños, que «están viendo seriamente infringidos sus derechos y comprometido su bienestar, y están afrontando graves dificultades en su vida diaria», aseguran.
La situación de los menores se ve agravada por las bajas temperaturas que se están registrando en la Cañada Real, hasta el punto de que «en la actualidad es ya intolerable». Además, «el período de vacaciones escolares navideñas ha hecho que los niños pasen todo el día en casa o en la calle, expuestos al frío, sin posibilidad de estar en un lugar aislado y caliente durante algunas horas, ni comer comida caliente como en el comedor escolar», se lee en la misiva.
Amenazas a la salud
Todo ello ha repercutido en la salud de los vecinos. En estos más de tres meses, «se han producido numerosas intoxicaciones por monóxido de carbono», se han agravado «las afecciones respiratorias», hay más dificultades en el seguimiento de tratamientos médicos diversos»; y «problemas de salud mental que incluyen intentos autolíticos». Incluso «varios bebés han sido ingresados por hipotermia», denuncian.
En la carta dirigida al Papa, los firmantes destacan la situación de Lina Chabouz, una niña cuya vida depende del suministro de oxigeno y de una máquina de nutrición enteral por las noches. «La falta de suministro eléctrico amenaza su salud y compromete su vida».
Poner fin al sufrimiento
A pesar de esta grave vulneración de derechos, y las numerosas entidades que han reclamado una intervención urgente –desde las Naciones Unidas hasta el Defensor del Pueblo–, sin embargo, «ninguna acción se ha adoptado» por parte de las administraciones competentes «encaminada a poner fin al sufrimiento de estas familias».
Los responsables políticos «no reconocen la emergencia y únicamente han respondido culpabilizando, criminalizando y estigmatizando a la población», aseveran.
La misiva concluye asegurando que el dolor de estas familias «nos interpela de modo directo» y anima a los firmantes a pedir al Papa «su oración, su consuelo y su mediación con las autoridades españolas –reiteran– para que adopten, con carácter urgente, medidas que aseguren el suministro eléctrico y terminen con el enorme sufrimiento».
Plan de Choque
Por su parte, la ONG Save the Children ha escrito otra carta, dirigida en esta ocasión al alcalde de Madrid, en la que insta al Ayuntamiento a pedir a la Delegación de Gobierno de Madrid el despliegue de la Unidad Militar de Emergencia en la Cañada Real «con el objetivo principal de que facilite los dispositivos necesarios para dotar de suministro eléctrico a estas familias».
Hasta el momento, no se tiene conocimiento de que José Luis Martínez-Almeida haya pedido la intervención de la UME. Sin embargo, desde el consistorio madrileño se ha elaborado un Plan de Choque temporal ante la bajada de temperaturas y las nevadas.
El plan incluye la rehabilitación parcial de una fábrica de muebles –ya sin servicio– que se encuentra en la Cañada Real para alojar allí de forma voluntaria a 600 personas. «Se instalarán alternadores para dar suministro eléctrico y calefacción», explican desde el ayuntamiento.