Los sordos católicos europeos lamentan la falta de acogida en muchas diócesis
La asociación está trabajando en un proyecto para difundir el Evangelio entre las personas con discapacidad de toda Europa
Las personas católicas con discapacidad siguen dando pasos para su plena inclusión en la Iglesia católica. Después de que lamentaran en las páginas de este periódico la poca acogida que tuvieron durante la asamblea sinodal organizada por la Conferencia Episcopal Española, a la que la Pastoral del Sordo de Barcelona, por ejemplo, llevó propuestas como la de «una mayor formación de los sacerdotes y catequistas en lenguaje de signos» o «una acogida real por parte de las comunidades parroquiales», ahora los Sordos Católicos de Europa han dado un paso más allá y están trabajando en un proyecto para tratar de superar todas estas dificultades que se encuentran para practicar su fe en el día a día.
La idea «es asignar un nuevo leguaje de signos para toda Europa con el que poder enseñar el Evangelio de forma más adecuada a las personas sordas y sordociegas», explica el laico sordo valenciano Miguel Ángel García, responsable y representante de la asociación Sordos Católicos de Europa. «Los sordos católicos europeos necesitan recibir buena formación y catequesis para ahondar en la palabra de Dios, pero esto no es posible si no hay sacerdotes que aprendan el lenguaje de signos», añade García en entrevista con Alfa y Omega.
Asimismo, la asociación aspira a que las diócesis europeas sean más sensibles a las necesidades de las personas con discapacidad y puedan destinar recursos pastorales para su atención espiritual. «Hoy en día hay muchos obispos y sacerdotes que desconocen la realidad de las personas sordas», lamenta García.
En la actualidad, el proyecto, que recibió un empujón en el IV Encuentro de los Sordos Católicos Europeos celebrado en Aachen (Alemania) a principios de septiembre, está pendiente de las indicaciones, y de la aprobación, del Discasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Allí fue trasladado por recomendación de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea.
Desde la asociación esperan que el proyecto pueda contar con luz verde antes de su próxima reunión, que tendrá lugar en Bratislava (Eslovaquia) en el año 2024. Será el quinto encuentro después de los celebrados en Roma (Italia), en 2015; en Praga (República Checa), en 2017, en Lubliniec (Polonia), en 2019; y el celebrado del 1 al 4 de septiembre en Alemania.