Los reyes de la risa, de Neil Simon. La decadencia del ego - Alfa y Omega

The Sunshine Boys de Neil Simon llega a los escenarios españoles bajo el título Los Reyes de la Risa, a manos de Javier Gurruchaga y Joaquín Kremel, dos nombres de excepción. Si bien antes esta obra había hecho las delicias de Woody Allen y Sarah Jessica Parker —entre otros— en televisión, y Danny de Vito y Richard Griffiths sobre las tablas, ahora le toca el turno al director Juan José Afonso. Señoras y señores, el espectáculo va a comenzar…

Paco y Clemente son dos humoristas que, durante más de tres décadas, formaron una de las parejas de cómicos más importantes del país. Ahora no se hablan. Atrás han quedado los buenos tiempos de amistad y trabajo. Sólo perviven recuerdos dolorosos de esa época dónde todo era pasión, esfuerzo y reconocimiento. Ahora hay polvo. Vejez y rencor a raudales se cuelan en el piso de Paco (Javier Gurruchaga), que vive obsesionado por conseguir un papel, el que sea, con tal de escapar de la ignorancia y el anonimato. Por su parte, Clemente (Joaquín Kremel) lleva una vida tranquila, retirado en el chalet de su hija; un abuelo normal y corriente que deja escapar, de vez en cuando, suspiros de nostalgia cuando piensa en el pasado. Pero las cosas han cambiado: Ricky (Jorge Lasanta), el sobrino y representante de Paco, les ofrece la posibilidad de volver a trabajar juntos en televisión. No será complicado. Se trata de compartir escena con uno de los sketchs más celebrados de la pareja de cómicos. Si quieren volver a brillar no tendrán más remedio que dejar de lado la distancia que los separa. ¿Lo conseguirán?

Les adelanto que conseguirlo no va a depender de que trabajen juntos, la cosa va más allá. Aquí se pone en juego algo más que risas, aunque de vez en cuando broten de los asientos carcajadas por la magnífica interpretación de dos de los grandes. Se trata de hablar de temas tan universales como la amistad, el dolor, la decadencia, la soledad… Porque si piensan que la risa lo es todo, puede que vayan mal encaminados. Neil Simon tiene facilidad para maquillar con sonrisas lo que son dolores, para hablar —sin que se note— de la pena, del rencor como una esclavitud y a la vez una constante para seguir con vida, de la pasión… En resumen, de la condición humana.

Ya lo dijo Neil Simon en una ocasión: «Escribir es una evasión del mundo». Quizá por quererlo demasiado o por anclarse a él con uñas y dientes; la verdad es que la obra les hará pensar más que reír. A veces lenta, otras predecible y con Gurruchaga en estado puro (Paco y Gurruchaga, Gurruchaga y Paco, persona y personaje en simbiosis), si pueden asómense a estas tablas. Es un retrato bastante actual de la decadencia del ego. Reirán, pensarán y se darán cuenta de que el tiempo no todo lo cura pero eso sí, si se trata de vivir, mejor hacerlo con las botas puestas.

Los Reyes de la Risa

★★★☆☆

Teatro:

Teatro Arenal

Dirección:

Calle Mayor, 6

Metro:

Sol

ESPECTÁCULO FINALIZADO