Los rebeldes centroafricanos atacan Bangassou - Alfa y Omega

Los rebeldes centroafricanos atacan Bangassou

«La mañana ha sido trepidante. Artillería pesada desde las cinco de la mañana y una treintena de personas entre muertos y heridos», cuenta el obispo, Juanjo Aguirre

Cristina Sánchez Aguilar
Un soldado de las fuerzas de paz en la zona. Foto: MINUSCA

Una coalición de rebeldes armados, aliados del expresidente Bozize, ha atacado este domingo la ciudad centroafricana de Bangassou, semanas después de ser acusados ​​de un intento de golpe de Estado ante los resultados parciales de unas tensas elecciones presidenciales. A mediados de diciembre lanzaron una ofensiva sobre la capital, pero la MINUSCA y los refuerzos enviados desde Rusia y Ruanda los han mantenido alejados de Bangui, según informa AFP. Por eso cambiaron el rumbo hacia Bangassou. «Los rebeldes controlan la ciudad, están en todos lados», ha declarado el jefe de la MINUSCA.

«Bangassou ha caído en manos de rebeldes, muchos de ellos mercenarios y gente de Níger», asegura monseñor Juan José Aguirre, obispo de la diócesis, en conversación con este semanario. «La mañana ha sido trepidante. Artillería pesada desde las cinco de la mañana y una treintena de personas entre muertos y heridos».«Tendremos que adaptarnos a un nuevo régimen… Esperemos que se eviten agresiones y pillajes».

Grupo de niños huérfanos acogidos en la misión de Juanjo Aguirre. Foto cedida por el obispo

Ante esta situación, el obispo ha recogido a un grupo de huérfanos (en la foto) «que nos hemos traído a casa durante los días de tumulto e inseguridades. Aquí están distraídos». Los niños, añade, «son inocentes, los miras a los ojos y no saben nada de rebeldes, de mercenarios, de luchas de poder… Solo escuchan los tiros y las ráfagas, y se asustan mucho». De hecho, añade, hay muchos niños heridos de balas perdidas, niños que huyen a Congo –únicamente les separa un río– «para escapar a la quema». Aguirre se refiere concretamente a uno de los pequeños, al que alcanzó una bala en su huida «como una espada de Damocles, sin saber de dónde venía. Hasta en su huida ha sido alcanzado por la violencia de los agresores».

También han huido de Bangassou los soldados del Gobierno, «que han aguantado varias horas, hasta que el fuego cruzado los ha derrotado». «Nos han dejado solos, y Dios mudo a nuestro lado. Pero durante las vísperas Él se ha mostrado y le hemos dicho: “Sabíamos que estabas aquí”».

Aguirre explica que «hay mucha agresividad en estos mercenarios que solo buscan minerales y riqueza. ¿Cómo poner una mirada de ternura entre tanta violencia?». Desde la diócesis «estábamos trabajando en tantos bellos proyectos de reconstrucción del país… Ahora tendremos que volver a empezar muchos de ellos. Hay muchos traumatismos que hay que sanar. Cristo sufriente está detrás de cada shock postraumático».

La captura de Bangassou se produce en vísperas de la publicación de los resultados parciales de las elecciones presidenciales. La votación no tuvo lugar en 29 de las 71 subprefecturas del país, y a miles de personas se las impidió emitir sus votos o nunca recibieron sus tarjetas de votación.

Esta semana, el partido de Touadera reclamó la victoria, mientras que una coalición de grupos de oposición pidió la cancelación de las elecciones, alegando que se manipularon. Los resultados definitivos de la primera ronda no se esperan antes del 18 de enero y, si no hay un ganador absoluto, se llevará a cabo una segunda vuelta el 14 de febrero.