Los ocupantes rusos ilegalizan la Iglesia grecocatólica en Zaporiyia

Los ocupantes rusos ilegalizan la Iglesia grecocatólica en Zaporiyia (Ucrania)

Se ha hecho pública una orden de casi un año de antigüedad que recoge la expropiación de sus propiedades y también la prohibición de Cáritas

María Martínez López
Mujer recoge iconos en iglesia destruida
Iglesia destruida en Komyshuvakha (Zaporiyia) en abril de 2023. Foto: Reuters / Stringer.

Las autoridades de ocupación rusas en la región ucraniana de Zaporiyia han prohibido oficialmente todas las actividades de la Iglesia grecocatólica ucraniana. La noticia se ha hecho pública a través de una orden dada a conocer en la página web oficial de la Administración Militar y Civil de esta región, liderada por Yevhen Balytskyi. La prohibición afecta también a la organización Caballeros de Colón y a Cáritas.

Zaporiyia es una de las cuatro regiones ucranianas que Rusia se anexionó el 30 de septiembre de 2022. El documento en el que se establece la prohibición tiene casi un año de antigüedad, pues lleva fecha del 26 de diciembre de 2022. Sin embargo, «el Departamento de Información de la Iglesia grecocatólica ucraniana acaba de tener noticia de ella», ha denunciado este miércoles el padre Andriy Soletskyy, director del secretariado en Roma de su arzobispo mayor, Sviatoslav Shevchuk.

Las autoridades rusas justifican la medida porque los líderes de dicha Iglesia y de las otras entidades trabajan «por el interés de servicios secretos extranjeros» y «la participación de los feligreses en disturbios y marchas antirrusas en marzo y abril de 2022». Se habla incluso de «participación activa de las comunidades de la Iglesia grecocatólica ucraniana en el territorio de Zaporiyia en las actividades de organizaciones extremistas y en la propaganda de ideas neonazis».

Sacerdotes detenidos y expulsados

Aluden también al «almacenamiento de explosivos y armas de fuego en el terreno de los edificios religiosos y sus instalaciones auxiliares» y a la «distribución de literatura que llama a comprometer la integridad territorial de la Federación Rusa» —una forma de referirse a preservar la unidad de Ucrania». Estas son las mismas acusaciones por las que en noviembre del año pasado fueron detenidos en Berdyansk, al oeste de Mariúpol, los padres redentoristas Ivan Levystky y Bohdan Heleta, de la iglesia de la Natividad de la Santísima Virgen María. En diciembre, coincidiendo con la preparación de la orden que se ha dado a conocer ahora, los ocupantes rusos expulsaron de Melitopol a todos los sacerdotes grecocatólicos que habían decidido quedarse tras la invasión.

Las autoridades ocupantes ordenan transferir todas las propiedades de la Iglesia a la Administración Militar y Civil y anular todos los contratos de cesión de terrenos a ella por parte de las autoridades locales. En el futuro no se podrán registrar ninguna comunidad con la misma denominación ni organizaciones públicas o religiosas vinculadas a quienes hayan tenido puestos de gestión o administrativos en la Iglesia grecocatólica.

«Sociedad secreta extranjera»

La Iglesia grecocatólica no es la única afectada por estas medidas. También ha sido vetada la Orden de los Caballeros de Colón. Esta entidad es una organización fraternal católica de beneficencia, fundada en 1881 por el sacerdote Michael J. McGivney. Sus principios fundamentales son la caridad, la unidad, la fraternidad y el patriotismo. Las autoridades rusas la señalan como «una sociedad secreta extranjera» conectada «con los servicios secretos de Estados Unidos y con el Vaticano».

Un argumento similar está detrás de la prohibición de actuar en la región a Cáritas Canadá, Cáritas Estados Unidos, Cáritas Polonia y Cáritas de la República Checa. Pero también Cáritas locales como Cáritas Donetsk y Cáritas Melitopol deberán cesar su labor.