Los obispos ingleses piden cambiar la ley tras el caso de Indi Gregory

Los obispos ingleses piden cambiar la ley tras el caso de Indi Gregory

La muerte de la pequeña «muestra de nuevo la necesidad de que se dé un peso mayor a la voz de los padres», afirman. Por ello piden que se enmiende la Ley de Sanidad y Cuidados para que haya procesos de mediación con los médicos

María Martínez López
La bebé Indi en el hospital con sus padres
Indi con sus padres. Foto cedida por la familia Gregory.

La muerte en la madrugada del pasado lunes de Indi Gregory, la bebé de 8 meses en torno a la cual se desarrolló una dura batalla legal las semanas anteriores en el Reino Unido, «muestra de nuevo la necesidad de que se dé un peso mayor a la voz de los padres en estos casos complejos y sensibles». Lo afirman en un comunicado los obispos católicos Patrick McKinney, obispo de Nottingham —donde sucedió todo— y John Sherrington, responsable de defensa de la vida de la Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales.

Para lograrlo, proponen por ejemplo reformar la Ley de Sanidad y Cuidados de 2022. En este sentido sugieren recuperar una enmienda presentada el año pasado en la Cámara de los Lores por la baronesa Ilora Finlay sobre la resolución de conflictos en el ámbito de los cuidados paliativos infantiles. Esta propuesta esbozaba un proceso de mediación para las situaciones en las que padres y médicos no tienen la misma opinión sobre qué pasos dar en la atención a los menores.

Sin llegar a obligar a los médicos a ejecutar las decisiones de los padres, el enmienda incluía al menos la necesidad de favorecer que los padres obtengan una segunda opinión y que los profesionales que ofrezcan un tratamiento alternativo puedan ser escuchados tanto durante la mediación como ante los tribunales. Esto habría sido útil en el caso de Indi, puesto que la invitación a trasladarla al Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma se debía a que este hospital proponía implantarle un stent en una válvula cardiaca, de forma que pudiera respirar con más facilidad. Cuando esto ocurriera, «podríamos centrarnos en la enfermedad mitocondrial», como explicó su padre, Dean Gregory, a los medios.

Los obispos McKinney y Sherrington se comprometen a «seguir contribuyendo a un debate más amplio sobre cuándo un tratamiento se vuelve desproporcionado» y sobre «el deber de continuar con los cuidados básicos». En su mensaje, además, expresan sus condolencias y oraciones por la pequeña Indi y sus padres. También su certeza de que «como hija de Dios bautizada, ahora compartirá la alegría del cielo después de su corta vida, que trajo profunda alegría a sus padres».

Ellos «la amaron y protegieron como un don precioso de Dios». Por último los prelados dan las gracias «a todos los que trabajaron incansablemente para cuidar de ella» en el hospital donde estuvo ingresada y en el centro de cuidados paliativos donde murió.