Los jesuitas expulsan a Marko Rupnik por su «testaruda negativa» a obedecer
En un comunicado, la Compañía de Jesús ha explicado que el sacerdote esloveno no solo se negó a dar explicaciones sobre nuevas acusaciones recibidas contra él y también a aceptar un cambio de comunidad
Los jesuitas han anunciado este jueves la expulsión de Marko Ivan Rupnik tras las acusaciones de abusos sexuales, espirituales y psicológicos contra mujeres adultas vertidas contra él. Según ha hecho público la Compañía de Jesús y recoge AP, el sacerdote esloveno fue expulsado el 9 de junio de la orden por decreto, «debido a la testaruda negativa a cumplir el voto de obediencia».
Rupnik es uno de los artistas religiosos más reconocidos en la Iglesia católica. Sus mosaicos decoran iglesias y basílicas de todo el mundo, incluso en el Vaticano. Los jesuitas reconocieron el año pasado que varias mujeres le habían acusado de abusos sexuales, espirituales y psicológicos durante un periodo de 30 años. Pero en su mayor parte había eludido el castigo.
El sacerdote y artista tiene 30 días para apelar la orden de expulsión, según el comunicado de la orden. Seguirá siendo sacerdote, aunque no jesuita. El escándalo estalló en diciembre, cuando blogs y sitios web italianos publicaron que varias religiosas habían denunciado abusos desde hacía años, pero sus acusaciones habían sido desacreditadas o encubiertas por los superiores de Rupnik.
Excomulgado en 2020
Cuando se conocieron las acusaciones, los jesuitas reconocieron que Rupnik había sido excomulgado en 2020 por cometer uno de los peores crímenes del derecho canónico, utilizar el confesionario para absolver a una mujer con la que había mantenido relaciones sexuales. Se informó al mismo tiempo de que se había arrepentido y la sanción se había retirado con rapidez.
Al año siguiente, Rupnik fue acusado por nueve mujeres de abusar de ellas sexual, psicológica y espiritualmente en la década de 1990 en una comunidad que él cofundó en Eslovenia. Aunque los jesuitas recomendaron un juicio eclesiástico, el Vaticano rechazó anular la prescripción y determinó que los crímenes eran demasiado antiguos para procesarle.
Tras el escándalo, los jesuitas invitaron a cualquier otra persona que tuviera acusaciones contra Rupnik a declarar. 15 personas lo hicieron. Entonces la orden pidió al acusado que respondiera, pero él se negó, según el comunicado de este jueves.
«Por lo tanto, obligamos al padre Marko Rupnik a cambiar de comunidad y aceptar una nueva misión en la que le ofrecimos una última oportunidad como jesuita de enfrentarse a su pasado y ofrecer un gesto claro a las muchas personas agraviadas que declaraban en su contra para iniciar una senda de verdad», señaló el texto. «Ante el reiterado rechazo de Marko Rupnik de obedecer este mandato, por desgracia nos quedó sólo una solución: la renuncia de la Compañía de Jesús».
Críticas a la gestión del caso
En una entrevista el 24 de enero con AP, Francisco negó haber tenido nada que ver con la instrucción del caso Rupnik, salvo por una intervención burocrática para mantener el segundo bloque de acusaciones en el mismo tribunal que había recibido las anteriores.
Añadió que las acusaciones contra Rupnik, con el que según algunas informaciones tenía una relación cercana, le habían tomado por sorpresa. «Para mí fue una sorpresa, la verdad. Esto, una persona, un artista de este nivel, para mí fue una sorpresa muy grande, y un dolor», dijo.
«La forma en que se ha gestionado el caso Rupnik desde los años 90 es tan grave que es necesario extraer lecciones y conclusiones apropiadas para el futuro», afirmó en diciembre Hans Zollner experto en abusos y entonces todavía miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, en una entrevista en COPE y Ecclesia.