Los formadores noveles aprenden de psicología y cine - Alfa y Omega

Los formadores noveles aprenden de psicología y cine

El curso anual que ofrece la CEE a los nuevos formadores de seminaristas aborda, además de dimensiones como la espiritual y la intelectual, materias como la psicología o las nuevas tecnologías

José Calderero de Aldecoa
El nuevo plan de formación de los sacerdotes prevé la formación continua. Foto: Ángel Cantero.

Ser un buen sacerdote no implica, necesariamente, ser un buen formador para los futuros sacerdotes. Para formar hay que formarse. «No es lo mismo acompañar a personas en una parroquia, que es una tarea pastoral muy importante, que vivir en régimen de internado con unos chavales con inquietudes vocacionales en proceso de discernimiento, que también es una tarea importante pero diferente a la de párroco», explica Sergio Requena, director de la Subcomisión para los Seminarios de la Conferencia Episcopal Española (CEE). En el seminario, por ejemplo, uno vive en comunidad, entre otras muchas particularidades. Es un proceso de acompañamiento 24 horas al día, siete días a la semana. Por eso, «cuando a uno le nombran formador, puede pensar: “Me falta preparación para esto”». Y no le falta razón, de ahí que la CEE organice anualmente un curso para formadores noveles. «Cada año damos un repaso a las dimensiones principales de la formación: la humana, la espiritual, la intelectual, la pastoral… y ofrecemos las claves para que los asistentes se integren en el equipo de formadores, para que aprendan a moverse en relación con los seminaristas, que sepan manejarse en las entrevistas personales, el acompañamiento diario…», detalla Requena.

«Un cura que pide ayuda cuando lo necesita será mejor cura, porque podrá vivir mejor su ministerio»
Teresa Barrera
Psicóloga

El de este año se celebrará entre el 3 y el 5 de enero en la Residencia Episcopal Magdalena Aulina, de las operarias parroquiales, con el lema Formarse para formar: empezar en el seminario. La dimensión humana y la dimensión espiritual en la formación inicial. Durante el curso, se ahondará en la figura de Jesús de Nazaret como modelo de sacerdote; se reflexionará sobre la vida espiritual como eje de la configuración presbiteral, o se hablará de los consejos evangélicos y la identificación con Cristo. «El objetivo es ayudar a los nuevos formadores a que puedan hacer su labor lo mejor posible», afirma el director. Un propósito que siempre ha estado ahí, según Sergio Requena, pero que desde la aplicación en España de la Ratio fundamentalis –el nuevo plan de formación para los futuros sacerdotes aprobado por el Vaticano en 2016– ha cobrado una especial relevancia: «Precisamente, el nuevo plan entiende la formación como un proceso continuo. Ahora se intenta que no haya una ruptura entre lo que es la formación inicial en el seminario y la permanente que debe existir a lo largo de toda la vida del sacerdote».

Identidad personal

Otro de los ámbitos que subraya la Ratio nationalis –adaptación española de la Ratio fundamentalis–es el de la psicología, «porque en la base de todo está la formación humana, y esta tiene que estar bien fundamentada», añade el responsable de la Subcomisión de Seminarios. «En el camino de cualquier persona hay momentos que cuestan más y a veces necesitamos ayuda, que nos den unas claves o herramientas para gestionar la relación con uno mismo y con los demás», añade.

De esta forma, el curso de la CEE dedicará dos sesiones a La psicología en la formación, único tema que se repite dentro del programa. Lo impartirá la psicóloga Teresa Barrera, quien hablará «del porqué y el para qué de esta ciencia, de cómo integrarla en la formación de los seminarios y de lo mucho que ayuda a los seminaristas a comprender su modo de ser», detalla en conversación con Alfa y Omega.

En este sentido, Barrera subraya la importancia de la familia de origen. «En ella, en cómo está estructurada, en cómo es su estilo de comunicación, en cómo han aprendido a expresar los afectos, en cómo se relacionan, se encuentra la identidad de cada persona». Así, cuando el seminarista trabaja su familia de origen, en realidad, «está trabajando su identidad, y, paralelamente, está trabajando a nivel espiritual su vocación, porque Dios cuenta con nuestra naturaleza». Además, «nos permite ver los puntos a mejorar, dónde están nuestras fortalezas y nuestras debilidades», concluye la terapeuta, que cuenta con una amplio currículo de colaboración en la formación de sacerdotes.

«El cine tiene la capacidad de iluminar algunos aspectos de la vida que son difíciles de percibir»
Sergio Requena
Sacerdote

En el curso también habrá espacios para contenidos más livianos, como Formación y nuevas tecnologías, a cargo de Enrique Ybañez, delegado de Pastoral Vocacional de la archidiócesis de Burgos; o ¿Cómo preparar ciclos de cine en nuestros seminarios?, que impartirá precisamente Sergio Requena. «El cine es un medio de entretenimiento, pero también es una herramienta de formación, de educación», defiende. De hecho, «tiene la capacidad de iluminar algunos aspectos de la vida que de otra manera quizá son más complicados de percibir. El cine te lo pone delante, bien presentado, y es importante aprovecharlo».

Hay que tener en cuenta, concluye el director de la subcomisión de la CEE dedicada a los seminarios, que hoy nuestros jóvenes, a través del teléfono móvil, llevan un pequeño cine en el bolsillo, por lo que «enseñarles a afrontar esta experiencia con espíritu crítico es fundamental».