Los colegios, cantera de cofrades de Semana Santa

Quienes paseaban estos últimos días por el centro de Getafe han podido ver, con asombro porque en esta localidad madrileña no hay mucha tradición, a un grupo de jóvenes anderos ensayando una procesión de Semana Santa. Son los de 2º de Bachillerato del Colegio Jesús Nazareno que este año, por primera vez en su historia, ha puesto en la calle al titular del centro en una procesión que salió este miércoles, 20 de marzo, y en la que participaron todos los cursos. Titularidad de las hospitalarias de Jesús Nazareno —familia franciscana—, el colegio empezó a gestar la idea en octubre de 2022, en plena celebración de un «año jubiloso» por los 350 años de la congregación. En aquella ocasión fueron a la catedral a pie—cinco minutos andando— para celebrar allí una Eucaristía. «A don Ginés [Ginés García Beltrán, el obispo de la diócesis de Getafe] le pareció estupendísimo». Habla Cristina Rincón, del departamento de Pastoral. Qué bonito sería, se dijeron al concluir, poder hacer una auténtica procesión de Semana Santa con su Jesús Nazareno, una talla de escayola que representa a Cristo cargando con la cruz y que veneran en la capilla. Y se lanzaron a la aventura. «Tenemos a Jesús y tenemos a los niños». Y toda la ilusión del mundo también. Desde la catedral les han prestado las andas, los ciriales, la cruz de guía, las cruces del vía crucis para encabezar cada tramo-curso… «Dentro de lo rudimentario, va a quedar muy digno», sostiene Rincón. El recorrido, consensuado con el Ayuntamiento, incluye una estación de penitencia en la catedral.

Con la misma ilusión que en Getafe, aunque con unos 20 años más de experiencia a sus espaldas, preparan su procesión en el colegio La Inmaculada de Pozoblanco (Córdoba), de las concepcionistas. Su estación de penitencia recorre las calles del pueblo y tiene entre su público a uno muy especial: los ancianos de las tres residencias de la localidad, que cantan saetas, leen poesías… Con la «colaboración inestimable de las familias», observa Inmaculada Moreno, una de las responsables, «le hemos ido dando solemnidad», fabricando pasos de madera, cosiendo las túnicas de los nazarenos, los trajes de la Virgen… «Este año estrenamos un paso grande [sumado a los dos que ya tienen], que lo sacarán los alumnos de 4º de la ESO, con trabajaderas y a costal». Palabras mayores para un centro que empezó con los niños de Infantil tocando tambores de juguete y ahora son ya 35 alumnos organizados en «una señora banda». Además, el colegio recrea algunas de las tradiciones más propias de Pozoblanco, como la sentencia de Poncio Pilato cantada. «No entendemos una Cuaresma sin semana de Pasión», por eso cuidan la fe y la tradición. «Cada día del año Él nos acompaña; ahora queremos acompañarlo nosotros».

Mucha tradición cofrade hay también en Cuenca. Tanta, que casi todos los niños del colegio Santa María de la Expectación, de las benedictinas, pertenecen a una hermandad. Por eso, la procesión de su cole es una explosión de color, porque cada uno sale con su túnica. Portan cuatro pasos donados por las familias a lo largo de los años con los que dan varias vueltas al patio en un evento al que acuden los padres, los abuelos… «A los niños se les prepara durante todo el año» para este día, cuenta la profesora Gloria Pérez, «pero especialmente durante la Cuaresma». Así, desde el Miércoles de Ceniza comienzan la mañana con un vídeo comentado del Evangelio del día que hacen los propios alumnos; realizan pequeños talleres para dibujar nazarenos; los viernes, en la pastoral juvenil, tienen una formación acorde con este tiempo litúrgico… La procesión es pues el culmen de estos días y una experiencia que no les deja indiferentes. «Es una de las cosas que recuerdan con mucho cariño cuando salen del cole».