Laura García Pesquera, miembro de Rewind: «Los bulos son un caldo de cultivo para el odio en redes» - Alfa y Omega

Laura García Pesquera, miembro de Rewind: «Los bulos son un caldo de cultivo para el odio en redes»

Las redes sociales son esa maravillosa ventana abierta al mundo por la que a veces, sin embargo, se cuela la tormenta del odio. Para hacerle frente y conseguir que amaine, Laura García Pesquera (Gijón, 1996) ideó Rewind junto a un grupo de compañeros de la universidad para dar la oportunidad a los usuarios de rebobinar el discurso del odio

José Calderero de Aldecoa
Laura García (derecha) y una compañera en Postdam (Alemania). Foto: Laura García Pesqueras

¿Qué es Rewind?
Es una iniciativa que lucha contra el odio en redes sociales y promueve un buen uso y gestión de las mismas. Un grupo de compañeros vimos que había muchísimas formas de odio diferentes en internet, y diversas campañas de concienciación de asociaciones que se dedicaban a atajar el odio hacia un colectivo en concreto. También que los usuarios podíamos reportar el contenido inadecuado; pero no había una herramienta sencilla con la que expresar de inmediato el rechazo contra los contenidos de odio y que, a la vez, diera una segunda oportunidad a quien había vertido ese tipo de comentario. Muchas veces, lo que pasa en redes sociales es que se genera una discusión acalorada y al final se terminan contestando precipitadamente cosas de las que luego uno se arrepiente. Entonces, pensamos en el emoticono de rebobinar (rewind) para advertir contra el odio y poder dar marcha atrás.

¿Cómo surgió el proyecto?
Fue a partir de una competición internacional organizada por Facebook, el Peer to Peer: Facebook Global Digital Challenge, en la que se buscaban ideas hechas por los jóvenes para atajar un problema de odio en las redes sociales, pero que afectara a tu comunidad. Sin embargo, nosotros nos preguntamos si queríamos hablar de un problema concreto o buscar algo que sirviera para cualquier forma de odio y que dotara a los usuarios de los mecanismos oportunos para hacerle frente. Pensábamos que las campañas de concienciación están bien y son importantes, pero a veces caen en saco roto. «Vale, esto está mal, pero ¿qué puedo hacer si me doy cuenta de que esto está mal?». Nuestra idea fue darle una herramienta al usuario para que pudiera actuar de inmediato.

En el concurso de Facebook competían universidades de todo el mundo. Nosotros lo hacíamos como alumnos del CEU. Ganamos la final europea, que se celebró en Viena, y luego nos fuimos a Washington a la final mundial y quedamos terceros. Posteriormente se seleccionaron las mejores ideas internacionales de los últimos años y se volvió a celebrar un concurso en el que también quedamos terceros.

¿Qué aplicación práctica tiene Rewind?
En primer lugar, trabajamos en la prevención. Nos centramos mucho en el campo de la educación y damos charlas y cursos para explicar cómo funcionan las redes sociales, para hablar del contenido que se publica, cómo puede afectar a los demás, qué consecuencias puede tener, etc.

Y, para el día a día, se trata de utilizar el emoticono como forma para atajar casos de odio en sus primeras fases. La idea es que, si alguien te suelta un comentario de este tipo, le puedas replicar con el rewind para hacerle entender que rechazas ese ataque, pero que le das una oportunidad para que rectifique. Se trata de evitar que se convierta en algo mucho más grave. Por eso, decimos que nuestro proyecto es un cortafuegos del odio en redes sociales.

Pero somos realistas. Está claro que con un emoticono no vas a terminar con todo el odio. Eso sería muy ambicioso. Hay casos en los que habrá que reportar el contenido y tendrán que intervenir los profesionales.

¿La gente lo está utilizando? ¿Cuál ha sido la respuesta de los usuarios?
Monitorizar el uso de un emoji es complicado, pero nos ha escrito gente contándonos que han utilizado el rewind y el otro usuario ha reconocido su error y lo ha borrado. Nos quedamos con eso. Es justo el efecto que queremos causar.

Recientemente ha resurgido el debate sobre los bulos. ¿Hasta qué punto afectan estos al odio en redes sociales?
Compartir una información sin comprobar su veracidad afecta muchísimo a la propagación del odio. El bulo suele alimentar la confrontación y la gente los utiliza para reforzar su posición de animadversión hacia el que considera su contrincante. Esta falta de espíritu crítico, de categorizar todo según las propias convicciones, sin analizar el contenido, y también sin tratar de entender la postura contraria, es un caldo de cultivo para el odio. Al contrario, nosotros tratamos de difundir el espíritu crítico y que la gente compruebe las cosas antes de compartirlas. «Sal, abre la ventana y mira si llueve. No te creas sin más que está lloviendo, porque igual es mentira y fuera luce el sol».