Libros llegados de Persia - Alfa y Omega

Libros llegados de Persia

La muestra de manuscritos de la Biblioteca Nacional sirve de pórtico de entrada a la cultura persa, con curiosidades como su sistema de paginación o el tesoro de su poesía, de cuyos versos hay concursos

Ricardo Ruiz de la Serna
Una de las salas de la exposición
Una de las salas de la exposición. Foto: Biblioteca Nacional de España.

Los enamorados de la cultura persa estamos de fiesta. Desde el 8 de febrero, la BNE acoge la exposición Manuscritos persas en la Biblioteca Nacional de España, que puede verse en la Antesala del Salón de Lectura María Moliner hasta el próximo 11 de mayo.

Comisariada por Saeideh Ghasemi y Fernando Escribano Martín, autores también de los textos del erudito catálogo de la muestra, la exhibición presenta 23 obras, todas ellas de fondos propios, dispuestas en torno a una pieza deslumbrante: el manuscrito titulado Criaturas maravillosas y seres prodigiosos (Cosmografía). El texto tiene una historia muy interesante: redactado originalmente en árabe por el cosmógrafo y geógrafo persa Zakariya Qazviní (1203-1283), su autor escribió después una versión en persa que se tradujo a varios idiomas. El libro que aquí puede verse llegó a la biblioteca gracias a una compra del Estado en 1993 y fue escrito por Shahverdi Kermani el 25 del mes de Safar del año 1071 de la Hégira, que corresponde con el 30 de octubre de 1660. Había pertenecido al viajero y estudioso ruso Pável Grigoryevich Demidov (1738-1821). Contiene bellísimas ilustraciones de historias como la de los demonios y Salomón, así como de las constelaciones y de pájaros maravillosos.

El visitante puede descubrir las relaciones culturales entre Persia y España a lo largo de más de 500 años y, con especial intensidad, en los siglos XV, XVII y XIX. Admiren este ejemplar de la Historia del gran Tamorlán de ese espejo de viajeros españoles que fue el madrileño Ruy González de Clavijo. Estos libros persas han llegado a nosotros cargados de poesía, de astrología y de ciencia. No faltan los grandes poetas como Sa’di Shirazí, Hafez Shirazí y Sa’eb Tabrizí, tanto en verso como en prosa poética. Tampoco podían estar ausentes el Corán ni la Historia de los profetas y la Ética de Mohseni. Pueden contemplarse tres diccionarios: uno persa-italiano; otro persa-turco, cuya segunda parte es un libro sobre métrica y reglas de rima en la poesía persa, y el Dastur al-Amal, un diccionario de expresiones empleadas en persa con ejemplos exclusivamente en verso. Quizás piensen ustedes que no entienden el alfabeto. No importa: recréense en la belleza de los trazos y en la caligrafía, que entre los persas es una de las bellas artes.

La exposición sirve, pues, de pórtico de entrada a la fascinante cultura persa, que ha influido en Asia Central, Oxiana y el norte de la India. Se hacen aquí presentes las celebraciones de Nowruz, el año nuevo persa, y los recitales de los poemas de Hafez en familia. Su Diwan, por cierto, se emplea en el arte adivinatoria de la bibliomancia. El tesoro de su poesía se ha integrado de tal modo en la cultura popular que hay concursos de memorización de sus versos. Tampoco han faltado a esta cita con la cultura persa las referencias al Shahnameh o Libro de los reyes, cuya «Historia de Siawash» publicó hace unos años en bella edición bilingüe la editorial Hiperión.

Hay muchas curiosidades, como la relativa al sistema de paginación persa conocido como «reclamo», que los autores explican: «En el margen inferior izquierdo de cada página —considerando que la apertura de los manuscritos persas es al contrario de la occidental— aparece la primera palabra de la página siguiente, lo que facilita el orden de las mismas para la encuadernación del manuscrito». También está el problema de los títulos en árabe de los libros persas, porque pueden producir confusiones a la hora de catalogarlos. Estos bellísimos volúmenes en persa, cuyas ilustraciones coloridas nos atraen y nos seducen, tienen también ese valor material que, paradójicamente, resulta incalculable.

Se trata, en fin, de una exposición pequeña, bella y extraordinaria. Les diría que se puede visitar en un ratito, pero no me atrevo. Nunca se sabe cuánto tardarán en liberarse del misterioso encanto de estos volúmenes persas.