Liberada Arzoo, la niña cristiana secuestrada para casarla en Pakistán
La toma de postura del Gobierno de la provincia de Sindh en contra del matrimonio de la menor con un hombre de 44 ha obligado al Alto Tribunal a decretar que este sea detenido y la niña, trasladada a un centro de mujeres
Arzoo Raja, la niña pakistaní de 13 años secuestrada y obligada a convertirse al islam y a casarse con un musulmán de 44 años podría volver con su familia. En un giro de 180º grados, el Alto Tribunal de la provincia de Sindh se ha distanciado de su decisión del 30 de octubre, que daba por bueno el matrimonio. La chica, ha decidido ahora, será enviada a un refugio para mujeres. Ali Azhar, su secuestrador, ha sido detenido y acusado de secuestro, falso testimonio y matrimonio con una menor, informa AsiaNews.
Para justificar su cambio de actitud los magistrados culpan a los agentes que investigaron el caso en primer lugar. El activista Jibran Nasir ha declarado a los medios que «el tribunal criticó el papel de la Policía por no seguir las órdenes recibidas», que supuestamente consistían en «seguir investigando el caso y hacer una prueba para determinar la edad de la chica».
Certificado de nacimiento
Cuando los padres de Arzoo denunciaron su secuestro, Ali Azhar alegó que se trataba de una joven de 18 años que se había convertido al islam libremente y se había casado con él sin ningún tipo de presión externa. Pero sus padres respondieron con el certificado de nacimiento que confirma que tiene 13 años.
Según Nasir, a partir de ahora el Alto Tribunal analizará tres cuestiones: la edad real de la menor, si fue convertida a la fuerza y si se casó de forma voluntaria. Su familia ha criticado un vídeo que ha circulado en los últimos días en redes sociales, en el cual Arzoo afirma que fue decisión suya abrazar el islam. «A la niña le han lavado el cerebro», aseguran, pues no tiene ningún conocimiento sobre esta religión.
Contra la ley vigente
La decisión de los magistrados ciertamente se ha visto influida por la amplia campaña que activistas y organizaciones cristianas y de defensa de la mujer han puesto en marcha en las últimas semanas, desde que tuvo lugar la desaparición el 13 de octubre. Pero la intervención de Bilawal Bhutto-Zardari, presidente del Partido Popular de Pakistán ha sido especialmente importante.
En un tuit del 30 de octubre, escribió que el Gobierno de Sindh, en manos de este partido, iba a contactar con los tribunales «para revisar el caso del matrimonio de la menor Arzoo Raja, aclarar cualquier malentendido que el honorable tribunal haya podido tener y hacer todo lo que esté en su mano para que se ejerza la justicia». En Sindh está en vigor una ley contra el matrimonio infantil, recordaba Bhutto-Zardari. Y sus dirigentes seguirán «luchando para implementarla».
«Hay cientos de Arzoos»
Diego Saleh, vicario general de la diócesis de Karachi y director de su Comisión de Justicia y Paz, ha confirmado que Arzoo ya se encuentra en un lugar seguro. Dio las gracias a todas las personas, tanto cristianas como musulmanas, que han rezado y se han lanzado a la acción por ella; pero sobre todo agradeció la labor del Gobierno de Sindh y de la Policía. Con todo, «nuestra lucha no ha terminado, está solo en su comienzo porque todavía hay cientos de Arzoos a la espera de justicia y libertad».
En declaraciones a AsiaNews Naveed Walter, presidente de Foco en los Derechos Humanos – Pakistán, ha subrayado que el caso de Arzoo merece ser estudiado como un ejemplo de cómo gracias al apoyo de muchas personas el secuestrador fue detenido. Sin embargo, también ha recordado que es importante implementar las leyes contra el matrimonio infantil. El número de secuestros y conversiones y matrimonios forzados está creciendo de forma preocupante, y los gobiernos solo afrontan los pocos que se vuelven mediáticos.
Según UNICEF, el 21 % de las niñas de Pakistán se casan antes de los 18 años, y el 3 % antes de los 15. Se trata del sexto país del mundo en casos de matrimonio infantil. En mayo de 2019, el Senado debatió y aprobó una ley prohibiendo el matrimonio de menores de 18 años. Pero su entrada en vigor fue paralizada en el Congreso debido a la intervención de algunos parlamentarios y miembros del Gobierno, influidos por la oposición del Consejo Islámico, que consideraba el proyecto de ley contrario a la ley islámica.