León XIV recuerda a los romanos lo que les decía san Pablo: «La fe no es una imposición» - Alfa y Omega

León XIV recuerda a los romanos lo que les decía san Pablo: «La fe no es una imposición»

Parafraseando a Benedicto XVI, ha recalcado que «en el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios»

Rodrigo Moreno Quicios
León XIV celebra Misa en la basílica de San Pablo Extramuros
León XIV celebra Misa en la basílica de San Pablo Extramuros. Foto: CNS / Lola Gómez.

León XIV ha visitado esta tarde la basílica de San Pablo Extramuros, donde se encuentra la tumba del apóstol. De hecho, su sarcófago se encuentra justo bajo el altar mayor. Todavía en sus primeros días de pontificado, el Papa Prevost ha pronunciado una homilía centrada en la carta de san Pablo a los Romanos, que ha definido como «una obra clave del Nuevo Testamento» por su profundidad teológica y espiritual.

El nuevo Pontífice ha centrado su sermón en los pilares de «la gracia, la fe y la justicia». Ha recordado además que san Pablo no se proclamó apóstol por méritos propios sino por la iniciativa gratuita de Dios. Según el Papa, «su vocación nace del amor preveniente del Señor, como el de una madre que alimenta a su hijo antes de que pueda valerse por sí mismo». Y aunque la celebración estaba centrada en el santo de Tarso, León XIV también ha buceado en su tradición agustina para, parafraseando al teólogo, afirmar que «no podemos amar a Dios si antes no hemos sido amados por Él».

El Papa ha explicado que «la fe no es una imposición mágica, sino una respuesta libre y confiada a la iniciativa amorosa de Dios». Y ha tomado como ejemplo el episodio que san Pablo vivió camino de Damasco, cuando se cayó de su caballo y no fue forzado sino invitado a decidir. De acuerdo con las palabras de León XIV, «la salvación es fruto de un misterio de gracia y de fe, del amor de Dios que nos precede, y de la adhesión confiada y libre por parte del hombre».

Finalmente, León XIV ha apuntado que la basílica está confiada desde hace siglo a los benedictinos y ha citado a Benedicto XVI, quien aseguraba que «en el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios». Según las palabras del alemán —repetidas por Prevost— «aquí está la raíz, simple y única, de toda misión, incluso de la mía, como sucesor de Pedro y heredero del celo apostólico de Pablo». Y ha concluido su homilía pidiendo, como Ratzinger, «que el Señor me conceda la gracia de responder fielmente a su llamada».

Un medallón por rellenar
Los medallones de Benedicto XVI y Francisco cuando se instaló el último en diciembre de 2013

La basílica de San Pablo Extramuros cuenta con unos medallones donde se despliega un mosaico por cada uno de los Pontífices. Sin embargo, el último en aparecer es Francisco. Su retrato se incorporó al elenco de Papas cuando ya llevaba varios meses elegido, por lo que es presumible que también deba pasar algún tiempo hasta que se añada a la colección la efigie de León XIV.