León XIV pide a los periodistas «rechazar el paradigma de la guerra» en las palabras y las imágenes
Ha reiterado «la solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados por buscar e informar sobre la verdad» y ha pedido su liberación
A las 11:00 horas de la mañana del lunes, 12 de mayo, parte de los miles de periodistas acreditados ante la Santa Sede para cubrir el fallecimiento del Papa Francisco, el cónclave y la elección de León XIV, se han reunido con el nuevo Pontífice en el Aula Pablo VI.
Tras un largo aplauso y miles de móviles inmortalizando ese primer encuentro de la prensa con el Papa, sus primeras palabras en inglés y con una amplia sonrisa han sido para agradecer a los presentes «la hermosa acogida», el «trabajo realizado este tiempo» y «los extensos aplausos», que esperaba al final.
«Bienaventurados los que trabajan por la paz». Con esta alusión al sermón de la montaña ha iniciado León XIV su discurso a los medios de comunicación acreditados ante la Santa Sede. Una Palabra que «nos interpela a todos y nos llama a cada uno perseguir una comunicación distinta, que no busque el consenso a toda costa, que no tenga palabras agresivas, que no abrace el modelo de competición, que nunca separe la búsqueda de la verdad del amor con el que humildemente debemos buscarla».
Siguiendo su discurso de presentación al mundo desde la logia vaticana, una hora después del habemus papam, el Papa estadounidense se ha referido a la paz pidiendo «rechazar el paradigma de la guerra en las palabras y en las imágenes». La paz, ha recordado, «comienza en la forma en la que cada uno de nosotros escuchamos a los demás, vemos a los demás; el modo en que nos comunicamos tiene importancia fundamental».
Siguiendo la estela de Francisco
León XIV ha continuado el camino marcado por Francisco cuando, casi al inicio de su mensaje, ha reiterado «la solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados por buscar e informar sobre la verdad», momento en el que el Aula Pablo VI se ha llenado de aplausos. Acto seguido, ha pedido «por la liberación de estos periodistas encarcelados» y ha recalcado que la Iglesia «reconoce en estos testimonios, en los que relatan la guerra incluso a costa de su vida, el valor de quienes defienden la verdad, la justicia y el derecho de los pueblos a estar informados, porque solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres». El sufrimiento de estos periodistas encarcelados «interpela la conciencia de las naciones y a la comunidad internacional, llamándonos a todos a salvaguardar el don precioso de la libertad de expresión y de prensa».
«Gracias por su servicio a la verdad», ha retomado el Pontífice, para aludir así a los días agotadores pero fundamentales para la historia de la Iglesia tras el fallecimiento de Francisco. «Han contado el dolor de la muerte del Papa, que sucedió, sin embargo, a la luz de la Pascua». Esa misma fe pascual «nos ha introducido en el espíritu del cónclave, que nos ha visto particularmente ocupados en días agotadores, y han sabido narrar la belleza del amor de Cristo que nos une a todos». León XIV ha destacado que «vivimos tiempos difíciles que recorrer y narrar, que representan un desafío para nosotros, y no debemos huir». Al contrario, «nos piden a cada uno que nuestras diferentes funciones y servicios no se abandonen nunca a la mediocridad». «No puede haber comunicación y periodismo fuera de la historia», y aquí ha aludido a la frase de san Agustín, el santo que inspira a su congregación, «vivamos bien y los tiempos serán buenos», y «nosotros somos los tiempos», ha añadido.
Fuera los estereotipos
Siguiendo el camino de los agradecimientos, ha recalcado a los presentes que hayan «salido de los estereotipos y lugares comunes» para leer la vida cristiana y la vida de la Iglesia; «gracias por captar lo esencial de los que somos y transmitirlo por el mundo entero».
Como retos importantes, ha marcado el «promover una comunicación capaz de sacarnos de la torre de babel en la que a veces nos encontramos, en la confusión del lenguaje sin amor, a menudo ideológico y sectario». El servicio de la prensa, «con las palabras que usan y estilo que adoptan, es importante». La comunicación no es solo transmisión de formación, sino creación de una cultura que se convierte en espacio de diálogo y confrontación». Aquí ha retomado el acento de la Santa Sede en un oso adecuado de la inteligencia artificial: «Necesita responsabilidad y discernimiento para orientar las herramientas que ofrezcan un servicio a la sociedad»
León XIV ha concluido recordando el mensaje de Francisco para la próxima Jornada de las Comunicaciones Sociales: «Desarmemos la comunicación de todo prejuicio, rencor, fanatismo y odio. Sirve una comunicación capaz de escuchar, de recoger la voz de los débiles que no tienen voz. Desarmemos las palabras y contribuiremos a desarmar la tierra». «Una comunicación desarmada y desarmante nos permite compartir una visión diferente del mundo. Ustedes están en primera línea para narrar conflictos y situaciones de paz; es el trabajo silencioso de tantos por un mundo mejor. Elijan con conciencia y valentía el camino de una comunicación de paz».
El Pontífice, al término de su intervención, saludó uno por uno a quenes se encontraban en las primeras filas del Aula Pablo VI, entre otros, el padre Lombardi o a Valentina Alazraki, que arrancaron sonoros aplausos. León XIV también saludó a dos colaboradores de Alfa y Omega en Roma, Eva Fernández y Javier Martínez-Brocal.