León XIV, al rescate de Estados Unidos - Alfa y Omega

Durante cinco meses, el Papa amante de la unidad ha evitado el conflicto con los dirigentes de su país, censurando tan solo oblicuamente algunos de sus comportamientos más extremos. Pero en octubre ha sido explícito frente al descontrol de las armas de fuego, el maltrato a los inmigrantes, la pena de muerte, las declaraciones belicosas del secretario del Departamento de Guerra —según el cambio ordenado por Trump—, y la instrumentación de banderas antiaborto para politizar el catolicismo.

Según León XIV, «no sé si es provida alguien que dice “me opongo al aborto pero estoy de acuerdo con el tratamiento inhumano a los inmigrantes en Estados Unidos”». La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, rechazó de plano «que haya un tratamiento inhumano de los inmigrantes en Estados Unidos», mientras que muchos propagandistas de Trump lanzaron críticas feroces del Papa «irrelevante», «woke», «cobarde» y cosas peores.

En el décimo aniversario de la encíclica Laudato si, el Papa recordó el rechazo de Francisco en su documento posterior Laudate Deum a los que intentan «ridiculizar a quienes hablan del calentamiento global». Según León XIV, «no se puede amar a Dios a quien no se ve despreciando a sus criaturas, y no se puede ser discípulo de Jesucristo sin compartir su mirada respecto a la naturaleza creada y su cuidado de lo frágil y herido. […] Somos una única familia, con un Padre que hace salir el sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre justos y pecadores; habitamos un mismo planeta, que tenemos que cuidar juntos». Intenta mitigar la deshumanización de su país.

León XIII fue el Papa que hizo frente a la cuestión social en la encíclica Rerum novarum, pero también el que tuvo que condenar el «americanismo».