Para León XIV, los verdaderos testigos de esperanza son los migrantes

León XIV ha enviado este jueves una carta con un potente mensaje humanitario y de esperanza a los más de 600 participantes reunidos en la 115 asamblea anual de Catholic Charities USA, un conglomerado de 168 agencias independientes que asisten a perfiles vulnerables. La cumbre ha tenido lugar en San Juan de Puerto Rico al mismo tiempo que Estados Unidos vive una creciente polarización en torno a los migrantes.

En su misiva, el Pontífice pide a los católicos estadounidenses que actúen «con el estilo de cercanía, compasión y ternura de Dios». Especialmente hacia quienes llegan a su país natal «en busca de una nueva oportunidad».

«Agentes de esperanza»

El Papa enmarca su mensaje en el contexto del Jubileo, centrado en la esperanza; un periodo que el Papa Francisco ya definió como un tiempo para renovar «el deseo y la expectativa del bien, aun sin saber qué nos deparará el mañana». En ese sentido, llama a los miembros de Catholic Charities USA a convertirse en «agentes de esperanza» para millones de migrantes, refugiados y personas sin recursos que acuden a la Iglesia en busca de ayuda. Igualmente los anima a continuar su misión «sirviendo a los más vulnerables con alegría, paciencia y misericordia».

El Pontífice también pone en valor la dimensión espiritual y cultural de la migración. A su juicio, «los migrantes y refugiados católicos se han convertido en misioneros de esperanza en muchas naciones». Son testigos de esta virtud «no solo por su confianza en la ayuda divina, sino por su resiliencia al superar los obstáculos de su camino».Y destaca que «dejan como legado una fe viva y devociones populares que a menudo revitalizan las parroquias que los acogen».

«Construir puentes entre naciones»

En el contexto internacional de tensiones fronterizas y discursos de exclusión, León XIV reitera que la misión de Catholic Charities USA debe seguir siendo la de «construir puentes entre naciones, culturas y pueblos, y no levantar muros que separan y dividen».

Los anima «a seguir ayudando a las comunidades que acogen a estos hermanos y hermanas recién llegados a ser testigos vivos de la esperanza, reconociendo su dignidad humana intrínseca e invitándolos a participar plenamente en la vida de la comunidad». Finalmente bendice «a todos los que trabajan en este campo, verdaderos constructores de esperanza que encarnan la ternura de Dios en medio de la fragilidad humana».