Las ter­mi­tas de la ca­te­dral de Va­len­cia ame­na­zan con de­rrum­bar una fa­cha­da - Alfa y Omega

Las ter­mi­tas de la ca­te­dral de Va­len­cia ame­na­zan con de­rrum­bar una fa­cha­da

El ca­bil­do pre­sen­tó en 2014 un pro­yec­to de ur­gen­cia, pe­ro la Ge­ne­ra­li­tat adu­ce fal­ta de in­for­mes pa­ra au­to­ri­zar las obras

ABC

La catedral de Valencia –declarada Bien de Interés Cultural (BIC)– corre serio riesgo de derrumbe en una de sus fachadas. El Arzobispado ha dado la voz de alerta ante la «falta de respuesta» de la Generalitat para dar luz verde a un proyecto de urgencia para restaurar la llamada Lonja de los Canónigos, construida en el siglo XVI, presentado en 2014. De acuerdo con el arquitecto de la catedral, Santiago Vila, el Cabildo remitió posteriormente dos informes solicitados por la Consejería de Cultura favorables a la intervención sin hallar respuesta.

El daño provocado por una plaga de termitas y las filtraciones de agua en las cuarenta vigas que sujetan el mirador renacentista disparó las alertas. Al respecto, Vila ya advirtió del riesgo de «colapso parcial» de la fachada, donde todas las vigas radiales del siglo XVI permanecen desde hace tres años apuntaladas al estar podridas. El Arzobispado tiene claro que Cultura tendrá que autorizar cualquier intervención porque «es un monumento en peligro de pérdida y puede dañar objetos e incluso personas».

Una decena de reuniones

El Cabildo denuncia que la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat es conocedora del problema desde hace cinco años y hace referencia a una decena de reuniones para abordar este proyecto y otros relacionados con la catedral. La Consejería de Cultura sostiene, por contra, que «no se ha recibido ningún proyecto específico de reparación para actuar sobre las vigas de madera» y se remite a «un proyecto relacionado con esa zona de la catedral presentado en 2013» y que, a día de hoy, permanece bloqueado al igual que otras tres propuestas más de actuación en la Seo. La Generalitat aduce la burocrática razón de que en el expediente «faltan informes multidisciplinares que justifiquen la autorización».

La fachada afectada por las termitas fue concebida como una tribuna mirador de tres alturas con arcadas abiertas al exterior destinadas a la contemplación de procesiones. La conocida como «Arcada Nova» recae a la plaza de la Virgen de los Desamparados, uno de los puntos más emblemáticos y de mayor afluencia de turistas de la capital del Turia. El arquitecto de la catedral alerta de que, si cede alguna de las piezas, se producirá un efecto dominó y los arcos que envuelven el ábside correrán la misma suerte.

Estudio por georradar

Según Vila, aunque la plaga de termitas está controlada, un estudio realizado mediante georradar en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia aportado al expediente revela que «todas las vigas radiales –de 45 centrímetros de anchura– que sostienen la techumbre de madera se encuentran gravemente afectadas por diversas patologías, principalmente termitas o por el propio pudrimiento derivado de las filtraciones de agua desde las cubiertas».

De hecho, tanto la primera planta como una de las terrazas no se pueden utilizar por su deterioro. La Lonja de los Canónigos fue diseñada en el año 1566 en estilo renacentista por Gaspar Gregori. Consta de tres galerías superpuestas formadas por vanos con arcos de medio punto y carpanel. Según el arquitecto encargado de la conservación de la catedral, el desplome de las vigas «podría afectar al equilibrio de la fachada, que es muy ligera, al contar con gran cantidad de arcos».

La vigas forman parte de un forjado «reforzado por otras vigas metálicas que no se ven», por lo que se desconoce si tienen problemas de humedad, de oxidación o de aumento de volumen por el óxido.

El plan presentado hace más de cuatro años planteaba reforzarlas con fibra de vidrio, aumentando sus masas, mientras que otras se tendrían que sustituir. Además, el proyecto propone desmontar y restaurar el forjado del siglo XVI.

A. Caparrós / ABC. Valencia