Las piezas de arte religioso expoliadas en la Guerra Civil
El Museo del Prado estudia 25 obras de arte incautadas durante la contienda. Varias de ellas son de temática religiosa, como un san Agustín de la escuela de Rubens
A finales de 2023 se publicarán las conclusiones del estudio de 25 obras de arte que fueron incautadas durante la Guerra Civil y hoy son adscritas al Museo del Prado. La pinacoteca acaba de publicar este listado de obras con imágenes de los documentos originales y el plan de investigación. Es posible que esta labor saque a la luz nuevos historiales de incautaciones dentro del mismo museo. El catedrático experto en patrimonio y Guerra Civil Arturo Colorado encabeza el equipo de investigación creado por el Museo del Prado para estudiar las obras (23 pinturas, un reloj y un frutero), procedentes de la Comisaría General de Patrimonio Artístico Nacional —cuerpo creado por Franco en 1938 para proteger y conservar las obras decomisadas por la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico, creada dos años antes por el Gobierno republicano—. Tal como enumera el museo, «de estas obras, 17 pinturas fueron entregadas al Museo del Prado por la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional entre 1940 y 1942; cinco pinturas fueron entregadas al Museo de Arte Moderno procedentes de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional, y una pintura fue entregada al Museo de Arte Moderno procedente de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional, pero quedó en el Museo de Arte Contemporáneo y pasó al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, desde donde se adscribió al Museo del Prado en 2016 por reordenación de colecciones. También figuran un frutero y un reloj procedentes de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional». En el listado advertimos nombres de gran relevancia como Sorolla, Eugenio Lucas Velázquez, Adriaen Isenbrandt… y atribuciones a Brueghel el Joven y la escuela de Rubens.
En un estado de conservación bastante decente figura una Natividad de Francisco de Osona. El pintor valenciano se encuadra en el estilo renacentista, aunque sus obras recuerdan más a lo hispanoflamenco, en el que trabajó su padre. Quizá en este lienzo colaboraron ambos puesto que, vista la relación de fechas, Francisco tendría unos 25 años y su padre, 50 cuando se ejecutó esta obra, y se conoce en sus biografías que colaboraron en muchos trabajos. Es posible que esta obra perteneciese a un retablo de la iglesia de Santa María de Alicante.
Por otro lado, es destacable la obra que se atribuye a la escuela de Rubens. Representa a San Agustín meditando el misterio de la Trinidad. San Agustín está vestido de obispo y se dirige al niño con gesto argumentativo. El pequeño está demostrando al santo que es imposible meter el agua del mar dentro del pequeño hoyo que ha cavado en la arena, así como es imposible meter el misterio de la Trinidad en nuestro entendimiento.
Otras obras que han llamado la atención son las dos pinturas de la Virgen con santos de Pedro Anastasio Bocanegra, discípulo de Alonso Cano, cuya procedencia original es tema de debate. Y el óleo de Adriaen Isenbrandt.
El equipo liderado por Colorado presentará las conclusiones de este estudio a finales de 2023, con la posibilidad de que se añadan nuevos descubrimientos. Aunque el museo ya ha informado de que el número de piezas procedentes de estos organismos en sus fondos suman 62. Esto significaría que la pinacoteca madrileña tendrá que estudiar el camino legal del proceso de devolución de estas obras a sus dueños en el caso de que se descubra que entraron al museo habiendo sido incautadas anteriormente.