Las novedades de este sínodo - Alfa y Omega

Las novedades de este sínodo

Jesús Colina. Roma

El Sínodo de Obispos del mundo sobre la Eucaristía, fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia, se encuentra, en estos momentos, en esa primera fase en la que cada uno de los participantes está tomando la palabra para exponer, en seis minutos, los problemas, inquietudes o propuestas que han ido meditando en estos meses de preparación. Se trata de un auténtico maratón de intervenciones, que tienen lugar mañana y tarde, en seis idiomas (italiano, francés, inglés, español, alemán y latín), capaz de probar la resistencia de cualquier chaval de veinte años. La gran novedad introducida por Benedicto XVI es la sesión de final del día, con intervenciones no programadas, que está dando más participación al encuentro. Estas discusiones están siendo moderadas por los Presidentes delegados del Sínodo: el cardenal Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara (México); y el cardenal Telesphore Placidus Toppo, arzobispo de Rancho (India). Los temas de discusión, propuestos por el documento de trabajo (Instrumentum laboris) fueron expuestos, al comenzar el sínodo, por el relator general, el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia.

El número de los participantes es como el de los sínodos precedentes, unos 250; sin embargo, hay una novedad: se ha multiplicado por dos la participación de delegados fraternos, representantes de otras Iglesias y comunidades eclesiales, como gesto concreto del ecumenismo auspiciado por Benedicto XVI al inicio de su pontificado. Los obispos españoles miembros del Sínodo son el cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid; monseñor Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal; monseñor Julián López, obispo de León; y el prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría; además, están presentes los sacerdotes don Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación; y don Gabriel Richi; así como el iniciador del Camino Neocatecumenal, el seglar Kiko Argüello.

Terminada la lluvia de intervenciones de los participantes, se dará paso a la segunda fase del sínodo, en la que los Padres sinodales se reunirán en doce grupos de trabajo (circoli minores) para redactar propuestas que, después, deben ser votadas en el aula para ser entregadas al Papa. En ellas se basará Benedicto XVI para redactar la exhortación apostólica postsinodal, el documento conclusivo del sínodo. En dichos grupos de trabajo, los padres sinodales votarán una propuesta con un placet (sí) o un non placet (no).

La tercera fase del sínodo servirá para enmendar las propuestas de los diferentes grupos, y para redactar la lista unificada de propuestas, que será presentada por el relator general en la sesión plenaria. Cada padre sinodal votará por cada una de ellas.

Es éste también el primer sínodo que introduce las nuevas tecnologías, como, por ejemplo, servicios de televideo y votación electrónica para cuestiones de menor importancia. Estas innovaciones buscan hacer más fácil y provechoso el diálogo entre los Padres sinodales, en el ejercicio de la colegialidad efectiva y afectiva entre sí y con el Santo Padre, cabeza visible del colegio episcopal.

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