Las mujeres detrás de las batas y las mascarillas

A lo largo de la historia ha habido un incontable número de mujeres que han mejorado el mundo cuidando de los más débiles y enfermos. Entre ellas, muchas han destacado por sus hazañas a la hora de innovar la práctica sanitaria o por asumir riesgos en su empeño por salvar vidas humanas.

«Lamentablemente, muchas de estas mujeres son desconocidas por la mayor parte de la gente, cuando han hecho cosas increíbles por la humanidad», afirma Olga Navarro, profesora de Enfermería en la Universidad Católica de Valencia y autora junto a Vanessa Ibáñez del libro Enfermeras invisibles.

Angélique du Coudray. Puso en valor la experiencia de las matronas cuando los partos se estaban convirtiendo en un asunto solo de médicos.

En él se cuenta la historia de profesionales como Isabel Zendal, la primera enfermera de la historia en participar en una misión sanitaria internacional, la que permitió llevar la vacuna de la viruela a América. «Hoy a todos nos suena por el hospital que han construido en Madrid, pero han tenido que añadir la palabra enfermera a su nombre, porque pocos saben quién fue», señala Navarro.

Por las páginas del libro, bellamente ilustrado por Irene Bofill, aparecen también Letitia Mumford, la estadounidense que inventó la jeringa que se puede usar con una sola mano; Irena Sendler, la enfermera polaca que salvó la vida de 2.500 niños en el gueto de Varsovia; Jean Ward, la británica que descubrió que los bebés se curaban de ictericia si pasaban tiempo al sol, o la colombiana Elvira Dávila, que creó el primer banco de sangre de su país.

Mary Seacole. Abrió un hospital para soldados de ambos bandos en la guerra de Crimea, buscando a los heridos hasta el mismo frente de batalla.

«Es necesario reivindicar a las profesionales que estamos a pie de cama», señala Olga Navarro, para quien la labor de las enfermeras trasciende el mundo de los cuidados: «No solo estamos en los hospitales, sino que también trabajamos en las campañas de formación en salud de la población general, antes de que aparezca la enfermedad». En la actualidad, hay enfermeras en escuelas, centros de salud, asociaciones de salud comunitaria, universidades, laboratorios, puestos de gestión de hospitales y clínicas… «La de las enfermeras es una labor de presencia, junto al enfermo y en muchos más ámbitos», asegura Navarro.

El libro termina con un conmovedor capítulo dirigido a la «Enfermera contemporánea anónima», por el papel de este colectivo frente a la pandemia de la COVID-19. «Con profesionalidad, vocación y entrega incondicional, las enfermeras han trabajado sin descanso durante jornadas maratonianas y con una carga que las ha llevado al límite de sus fuerzas. Desbordadas de trabajo, en condiciones de incertidumbre y de gran impacto emocional, no han dejado ni un momento de velar por la salud de la población», escriben las autoras en el libro.

María de Madariaga. Fundó la obra Salus Infirmorum, creó una escuela de enfermería e impulsó el primer código deontológico de la profesión.

«Es bueno que la sociedad se vuelva mucho más consciente de nuestro papel en el cuidado de la salud de las personas», afirma Olga Navarro. Por eso, «queremos hacer ver que detrás de las batas, las mascarillas y los EPI hay personas. Muchos enfermos solo han visto durante meses los ojos de quienes les cuidaban, y nada más. Ojalá todo esto sirva para un mayor reconocimiento de los profesionales de la enfermería».

Enfermeras invisibles

Autor:

Olga Navarro y Vanessa Ibáñez

Editorial:

Penguin Random House

Año de publicación:

2021

Páginas:

112

Precio:

18,90 €