«Las empresas tienen que cambiar y poner en el centro a las personas»
Madrid Vivo organiza la primera conferencia internacional de Economía Humanista
«El mundo de la empresa tiene que evolucionar para poner a la persona en el centro de su actividad», ha afirmado Javier Cremades, presidente de la Fundación Madrid Vivo, en la apertura de la I Conferencia internacional de Economía Humanista, que con el lema Back to Basics ha organizado este jueves la Fundación Madrid Vivo, en colaboración con el IESE y la consultora PwC.
«Hoy el capitalismo está bajo asedio: la gente responsabiliza a las empresas de muchos de los males de la sociedad. Por eso hay que mejorarlo, para que las empresas no sean el problema, sino la solución. Es necesario volver a conectar a las empresas con lo que demanda la sociedad, de modo que podamos compartir valor y crear beneficios para todos», aseguró Cremades.
Asimismo, el presidente de Madrid Vivo aludió al liderazgo que tiene la Iglesia católica en España y a la necesidad de «conectar a las empresas con la Iglesia, que es la primera institución social en nuestro país y cuyos intereses también están dirigidos a conectar con la sociedad».
Antonio Argandoña, profesor emérito de Economía del IESE, afirmó en su intervención que «las empresas no están para ganar dinero; necesitan ganar dinero, pero están para otra cosa. El objetivo de una empresa es contribuir al bien común».
Pero esto «no lo puedes hacer solo; necesitas de los demás». Así, «la empresa es una comunidad de personas, que cooperan para dar y recibir bienes y valores». En este sentido, «todas las relaciones son importantes. Es tan necesaria la recepcionista como el presidente de la empresa, porque cada persona es irremplazable». El resultado de este modo de trabajar se traduce en «confianza, lealtad y reciprocidad». Y concluyó lanzando un desafío tanto a los empleados: «¿Te atreves a confiar en tu empresa?», como a los directivos: «¿Te atreves a confiar en tus trabajadores?».
Por su parte, Stefano Zamagni, profesor de Economía Política de la Universidad de Bolonia, constató que «hoy todo el mundo se está dando cuenta de que algo tiene que cambiar en la empresa, pero no hay consenso en cómo tiene que hacerlo». Es urgente una «sostenibilidad económica», y para ello «modificar las leyes del mercado, porque hay muchos que persiguen motivos que no son éticos, mientras que quienes se dan cuenta no saben qué decisiones tomar». Por ejemplo, contó que «hoy la economía financiera es 20 veces mayor que la economía real, y eso es insostenible».
En dos frases:
Gonzalo Sánchez, presidente de PwC: «La crisis nos ha ayudado a darnos cuenta de la necesidad de poner a la persona en el centro de la gestión empresarial, y a huir del cortoplacismo».
Francisco Iniesta, director del IESE en Madrid: «La empresa debe tener como objeto crear valor económico y también no económico, para los empleados, para los clientes y para la sociedad».
José Luis Fernández, catedrático de Ética Económica y Empresarial de ICADE: «Si tratamos a los demás como un medio los estamos maltratando; y si nos tratamos a nosotros mismos como un medio para ganar dinero, también nos estamos maltratando».
Joan Fontrodona, profesor y director del Departamento de Ética Empresarial del IESE: «Hay que cuestionar que la empresa esté solo para ganar dinero. Tiene un fin económico y un fin social».
Ángel Galindo, ex rector de la Universidad Pontificia de Salamanca: «La economía tiene que hacer una opción por los pobres; si no lo hace, fracasará y dejará de ser humanista».
Juan Luis Cebrián, presidente de Grupo Prisa: «¿Cómo pueden las empresas mirar a largo plazo, funcionar con las luces largas, si tienen que presentar resultados cada trimestre?».
Tomás García Madrid, consejero delegado de OHL: «Generar beneficios no es lo mismo que crear riqueza; la riqueza debe ser para los accionistas, para los empleados y para la sociedad».
Tomás Pascual, presidente de Grupo Pascual: «El nuevo liderazgo es el de toda la vida: mirar a largo plazo para dejar algo grande detrás, cuidar el detalle, y poner a las personas en primer lugar».
Eduardo Serra, vicepresidente de Everis y ex ministro de Defensa: «Durante siglos el factor principal de producción fue la tierra; después lo fue el capital; y ahora lo es el talento, las personas».
Sebastián Albella, presidente de la CNMV: «En los últimos años ha habido en cambio social que ha introducido una mayos conciencia por la regulación de los mercados, y eso es bueno».