Las cuatro claves para acabar con la «pandemia» de la pornografía - Alfa y Omega

Las cuatro claves para acabar con la «pandemia» de la pornografía

Un estudio del proyecto de salud mental Piénsatelo Psicología identifica una mayor prevalencia del consumo de pornografía en España

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Entre el 70 y el 97 % de chicos y chicas menores de edad ya ha accedido a la pornografía en España
Entre el 70 y el 97 % de chicos y chicas menores de edad ya ha accedido a la pornografía en España. Foto: Pexel.com.

«La pornografía, accesible y consumida desde edades tempranas, tiene graves consecuencias negativas en el desarrollo de niños y adolescentes. En particular, se ven afectadas la percepción de su propia sexualidad, las relaciones sociales y su salud mental». Esta es una de las conclusiones del estudio sobre el Impacto bio-psico-socio-sexual de la pornografía en la adolescencia: retos y oportunidades, realizado por el proyecto de salud mental Piénsatelo Psicología, en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria.

En particular, el informe señala un aumento de las «alteraciones neurocognitivas» entre los jóvenes, como por ejemplo problemas de autoestima, mayor aislamiento social y un incremento de comportamientos sexuales de riesgo. Junto a ello, también han aumentado en páginas pornográficas contenidos que distorsionan la visión de una sexualidad sana, tales como el incesto, el sexo sin consentimiento, la violencia, la pornovenganza, el masoquismo o el sometimiento sexual.

¿Vamos tarde o estamos a tiempo para enfrentar este desafío? Alejandro Villena, director del proyecto de salud mental Piénsatelo Psicología y uno de los autores del estudio, señala que «las dos cosas: vamos tarde, pero hay esperanza». Villena destacó que, en la última década, los adolescentes han tenido «acceso ilimitado a la pornografía», lo que ha creado un «vacío» en su educación afectiva y sexual.

En este sentido, los jóvenes se encuentran «desnudos» ante las amenazas al desarrollo de su afectividad y sexualidad «de manera natural», ya que muchas veces entran en la adolescencia «sin un modelo sano de referencia» en este campo, señala Villena. Sin embargo, a pesar de que la pornografía sigue siendo para muchos «su principal fuente de educación sexual», Villena subrayó que «existen recursos y observamos una creciente concienciación social» que puede facilitar un cambio necesario.

El director del proyecto se refiere a esta situación como «la pandemia de la pornografía», enfatizando empero que «se puede prevenir la adicción y las conductas sexuales problemáticas para que nuestros jóvenes sean capaces de entablar relaciones saludables». Para ello, utiliza la metáfora de un coche que necesita sus cuatro ruedas para ponerse en marcha. En primer lugar, «la educación en el seno de las familias es crucial», seguida del «apoyo y acompañamiento en los centros escolares». Junto a ello, subraya el papel de las instituciones «para amparar a las iniciativas ciudadanas» y la «indispensable regulación del acceso a la industria pornográfica». «Si hacemos todo esto, empezaremos a rodar en buena línea», concluye Villena.