Esta película francesa, que cuenta en su reparto con dos de los mejores actores del panorama actual del cine galo, nos habla de dos mundos aparentemente irreconciliables que por casualidad se encuentran y están llamados a entenderse. El guion de Eric Besnard, también director del filme, nos narra la historia de un importante empresario y millonario francés, Vincent (Lambert Wilson), que es el máximo referente de la industria tecnológica de París. Ha sido portada de la revista Time, que le ha calificado como «el empresario más sexy».
Un día, viajando por una carretera de los Alpes franceses, su coche sufre una avería. Es un lugar por el que no pasa nadie y, tras esperar largo rato, aparece un motorista que, tras dudarlo, decide auxiliarle. Se trata de Pierre (Gregory Gadebois), un hombretón rudo que habita en el monte, se dedica a cortar leña y vive ajeno a los avances de las nuevas tecnologías. Acoge a Vincent en su cabaña mientras se repara el coche y entonces se pone de manifiesto lo opuestos que son sus mundos, sus valores y su forma de vivir. Pero poco a poco nos vamos dando cuenta de que ni Pierre ni Vincent son lo que parecen.
La película, en el fondo, trata sobre cómo entendemos la felicidad. Y nos presenta dos modelos diferentes. Vincent muestra la cultura del éxito, del culto al ego, de la imagen pública y del capitalismo desaforado. Pierre encarna la forma de vida preindustrial, determinada por el trabajo manual, el silencio y la relación inmediata con la naturaleza. Pero la cinta va más allá y pone en el centro las relaciones personales, el encuentro humano y la necesidad de amor y de amistad.
A medida que vamos conociendo quiénes son en realidad, el planteamiento de fondo, que al principio parecía bastante elemental, se va tornando más complejo y el espectador se ve obligado a cuestionarse a otro nivel. La cinta tiene cierto sabor capriano por su crítica a las consecuencias nocivas del capitalismo y su reivindicación de lo genuino humano en su desnudez.
Toda la película se sostiene con un duelo interpretativo de altura, con unos espléndidos Lambert Wilson y Gregory Gadebois. Este último, en los últimos dos años, ha acaparado numerosos papeles brillantes por sus propias características físicas y su interpretación reservada y comedida. Uno de sus mejores personajes se lo dio de nuevo el director Eric Besnard en Delicioso (2021), de la que dimos cuenta en estas páginas. No hay muchos personajes secundarios, pero destacan la cuñada de Pierre (Marie Gillain) y su hija, que son sus puntos de conexión con el mundo exterior. Como telón de fondo unos fantásticos paisajes, una suculenta gastronomía y un pequeño romance. El conjunto es gratificante y nos deja una película, no solo entretenida sino positiva y, como se dice ahora, inspiradora. En realidad, Eric Besnard siempre suele traernos comedias entretenidas y luminosas.
Eric Besnard
Francia
2023
Drama
+7 años