Las cartas para los niños de Alepo ya viajan hacia Siria
«Todas las muestras de apoyo son importantes y van a ayudar» a los niños «a seguir trabajando y luchando, y a no perder la esperanza», afirma a Alfa y Omega el marista Carlos Mario McEwen, que ha llevado hasta el Líbano 2.700 de las 5.000 cartas que hemos recibido de niños españoles para felicitar la Navidad a los niños de Alepo
Esta madrugada, un primer envío de 2.700 cartas para los niños de Alepo ha llegado al Líbano. Son parte de las cerca de 5.000 cartas y felicitaciones de Navidad de niños de toda España que el PequeAlfa y Radio María han estado recogiendo para los niños de Alepo, en Siria.
El «paje» que ha llevado a estas cartas a Oriente es el hermano marista Carlos Mario McEwen, director del colegio Champville en Antelias, que volvía al país de los cedros tras pasar unos días en España. Las diversas comunidades maristas en el Líbano están implicadas, junto con los hermanos de La Salle, en el Proyecto Fratelli de ayuda a los niños refugiados. También mantienen un contacto constante con las comunidades de Siria. Será a través de estos contactos como las cartas llegarán a Alepo en cuanto sea posible.
Alfa y Omega ha aprovechado el encuentro con el hermano McEwen, de origen colombiano, para preguntarle por la situación de los refugiados sirios en el Líbano.
¿Cómo han recibido los refugiados las noticias sobre la victoria de las tropas de Bashar al Asad en Alepo?
En general, lo que yo he oído de los sirios y los libaneses es que es positiva. La visión que se tienen en Europa es muy diferente a la de allí. En el Líbano y Siria la visión es que a pesar de que Al Asad es un «dictador», es un «dictador bueno», porque permitía a las minorías vivir y mantener su estilo de vida. Los rebeldes en muchas ocasiones no son de Siria y están pagados [desde fuera]. Esto lleva a situaciones de fanatismo que no son positivas.
¿Se plantean volver?
Muchos quieren. Si la situación se estabiliza y pueden regresar, al menos allí tenían trabajo. Pero muchas de las casas están destruidas y habría que empezar con la reconstrucción. Y hay gente que no ha salido, que a pesar de la guerra continúan allí porque no quieren dejar su casa, su familia.
Usted va a llevar al Líbano 2.700 cartas que hemos recibido dentro de la campaña del Pequealfa con Radio María. Después, esas cartas irán hasta Alepo. ¿Son importantes para los sirios, tanto dentro como fuera del país, estos gestos?
Es muy importante todo el apoyo que se da de todos los países del mundo, sobre todo pidiendo la paz y que se cambie la situación. Hace falta que el mundo se dé cuenta de todos los juegos políticos y económicos. En el fondo, los que sufren siempre son los pobres. A los gobernantes les interesa vender armas y seguir este juego político, de unos con Estados Unidos y otros con Rusia. Y los que sufren son la gente sencilla. Todas las muestras de apoyo son importantes y les van a ayudar a seguir trabajando y luchando, y a no perder la esperanza.
¿Qué trabajo hacen los maristas en el Líbano con los refugiados que llegan de Siria?
Proyecto Fratelli les apoyo escolar para que los niños puedan integrarse en el sistema escolar del Líbano, en turnos de mañana y tarde. El Gobierno tiene varios programas para integrar a los refugiados, por eso en general no permite que las ONG hagan escuelas. Pero sí permite que haya apoyo escolar para los niños. Para los más pequeños, como no hay cobertura de guarderías públicas, Proyecto Fratelli tiene una parte con los niños pequeños. En total son unos 250 niños y jóvenes refugiados.
¿Cómo llegan?
Son cinco años de guerra, y la guerra es muy complicada. Muchos vienen sin la familia o solo con parte de la familia. Llevan mucho tiempo sin estudiar y en situaciones muy precarias, así que es complicado.
Además del apoyo escolar, ¿cómo se les intenta ayudar desde Proyecto Fratelli?
Hay asistentes sociales, psicólogos, actividades recreativas, dibujo… y se trabaja también con las madres y el resto de la familia. Ahora mismo hay refugiados en todo el Líbano. Yo soy director de un colegio, y nuestro colegio colabora con Fratelli y además en un edificio tenemos alojadas a familias sirias.
¿Y qué supone esta avalancha de refugiados para el Líbano?
A mí me resulta simpático todo lo que llora Europa porque le llega un millón de refugiados entre 26 países. En el Líbano hay cuatro millones de habitantes y de un año a otro les llegaron millón y medio de refugiados. Te puedes imaginar… Es un problema muy grave. No hay lugares para ellos, ni educación, ni salud, ni posibilidades de trabajo. Es una carga muy fuerte para la sociedad.
Los libaneses en general son acogedores. Cuando su guerra civil, de 1975 a 1990, muchos se fueron a Siria. Hay muchas familias mixtas, y se ayudan. Pero es una carga muy fuerte. Existía también el peligro de que se contagiara la guerra; pero la población después de la guerra civil dijo muy claro que quería la paz y no entraron en el juego de las distintas facciones: sunitas, chiítas…