Las Adoratrices piden indultos para las mujeres condenadas por delitos que han cometido obligadas - Alfa y Omega

Las Adoratrices piden indultos para las mujeres condenadas por delitos que han cometido obligadas

Proyecto Esperanza y Sicar cat reclaman mayor visibilidad y compromiso con las finalidades de trata que no tienen que ver con la explotación sexual: explotación laboral en el empleo del hogar, matrimonio forzoso y criminalidad forzada

Fran Otero

El Proyecto Esperanza y Sicar cat, entidades de las Adoratrices en Madrid y Cataluña, han denunciado este miércoles, en un seminario online para presentar los resultados de su proyecto #TambiénEsTrata, que las finalidades de trata que no tienen que ver con la explotación sexual —explotación laboral en el empleo del hogar, matrimonio forzoso y explotación para actividades delictivas— «permanecen invisibilizadas y desatendidas», algo que en su opinión afecta al reconocimiento de las víctimas.

«Mientras la última reforma del Código Penal recoge la definición internacional de trata en todas sus formas y dimensiones, ni los planes, ni el resto del ordenamiento, ni los recursos destinados en España son coherentes con esta definición», denuncian en un documento de análisis y recomendaciones.

Una de ellas, la trata con fines de explotación para realizar actividades delictivas, es una tipología en la que las mujeres sufren una doble victimización, pues además de ser obligadas a hacer algo que no quieren, luego tienen que responder penalmente ante la Justicia y, en ocasiones, entrar en prisión. Por ello, una de las propuestas que hacen estas organizaciones es la concesión de indultos a mujeres que se encuentren en esta situación, no hayan sido reconocidas como víctimas y por tanto no se les haya aplicado la exención de responsabilidad, y tengan una condena en firme. También pide la cancelación de antecedentes penales.

En lo que se refiere a la trata con fines de explotación laboral en el empleo del hogar o con finalidad de celebración de matrimonios forzados, reclaman que se consideren como «una forma de violencia contra las mujeres por razón de género, pues tienen «una incidencia desproporcionada en mujeres y niñas».

Al margen de estas medidas concretas, Proyecto Esperanza y Sicar cat reclaman una ley integral de trata «que aborde el fenómeno en todas sus dimensiones y complejidad y dé respuesta a todas las finalidades de la trata, tanto interna como trasnacional». Según señalan, esta norma «debe poner en el centro a las personas, y consolidar un enfoque que reconozca a las víctimas como titulares de derechos y a la administración como titular de obligaciones».

Además, recomienda la revisión y actualización de los indicadores específicos para cada modalidad de trata, que se incorporen referentes en la materia en las entidades del Tercer Sector en contacto con población vulnerable o el refuerzo de la colaboración y participación de personas y entidades expertas para acreditar la situación de la víctima.

Astrid

Finalidad de trata: Explotación en comisión de actividades delictivas en España cometiendo hurtos en tiendas de ropa.

Vulnerabilidad: Tiene 28 años y es de Colombia. Vive con su madre, un hermano mayor y una menor, ambos con menores a cargo y se encuentran en una situación de fuerte precariedad económica.

Captación: Inicia una relación a distancia con un hombre búlgaro en España, Dragos, que le ofrece empleo en el hogar o en el cuidado infantil y vivir juntos.

Explotación: Además de tener que vivir sola en una habitación alquilada, Dragos la obliga a robar ropa para su posterior venta en otros países.

Huida: Tras seis meses, acumular varias causas penales y una orden de expulsión, Astrid rompe la relación y sale del domicilio. Luego es atendida por una entidad especializada.

Aicha

Finalidad de trata: Explotación laboral en el empleo del hogar en España.

Vulnerabilidad: Es de Marruecos, tiene 34 años y proviene de una familia muy humilde, de un entorno rural sin recursos económicos suficientes. No pudo ir al colegio.

Captación: Estaba empleada como trabajadora del hogar en Marruecos. Contacta con otra mujer marroquí que vive en España y que le ofrece cuidar a su hijo por 100 euros al mes. Acepta la oferta.

Explotación: Una vez en el domicilio de la empleadora, las condiciones cambian y es sometida a trabajo forzado. No recibe salario y es sometida a un férreo control de movimientos. No puede salir del domicilio y es sometida a humillaciones y agresiones físicas.

Huida: Tras un año y medio en esa situación y haber recibido otra paliza, decidió pedir auxilio por una de las ventanas de la casa. Una de las personas que la oyó llamó a la Policía y derivada a una entidad especializada. La pareja de empleadores fue detenida.