La voz del Magisterio
¿Qué quiere decir: «Si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el reino de los cielos»? ¿Acaso no pone Jesús al niño como modelo incluso para los adultos? En el niño hay algo que nunca puede faltar a quien quiere entrar en el reino de los cielos. Al cielo van los que son sencillos como los niños, los que como ellos están llenos de entrega confiada y son ricos de bondad y puros. Sólo éstos pueden encontrar en Dios un Padre y llegar a ser, a su vez, gracias a Jesús, hijos de Dios. ¿No es éste el mensaje de la Navidad? «Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros»; y además: «A todos los que le recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios». ¡Hijos de Dios! Vosotros, queridos niños, sois hijos e hijas de vuestros padres. Ahora bien, Dios quiere que todos seamos hijos adoptivos suyos mediante la gracia. Aquí está la fuente verdadera de la alegría… Queridos amigos, la Primera Comunión es un encuentro inolvidable con Jesús, un día que se recuerda siempre como uno de los más hermosos de la vida. La Eucaristía es el más importante de los sacramentos. En ella, el Señor se hace alimento. Los niños la reciben solemnemente la primera vez y se les invita a recibirla después cuantas más veces mejor para seguir en amistad íntima con Jesús… ¡Cuántos niños en la historia de la Iglesia han encontrado en la Eucaristía una fuente de fuerza espiritual, a veces incluso heroica! ¿Cómo no recordar, por ejemplo, los niños y niñas santos, que vivieron en los primeros siglos? Santa Inés, que vivió en Roma; santa Agueda, martirizada en Sicilia; san Tarsicio, mártir de la Eucaristía, porque prefirió morir antes que entregar a Jesús sacramentado, a quien llevaba consigo. Y así, a lo largo de los siglos hasta nuestros días, no han faltado niños y muchachos entre los santos y beatos de la Iglesia. Al igual que Jesús, así María, la Madre de Jesús, ha dirigido siempre su atención maternal a los pequeños. Pensad en santa Bernardita de Lourdes, o en Lucía, Francisco y Jacinta de Fátima.
Carta a los niños (1994)