La vacuna llega a los refugiados en Jordania - Alfa y Omega

La vacuna llega a los refugiados en Jordania

ACNUR pide a todos los países seguir «el liderazgo y solidaridad ejemplares» de Jordania al ofrecer a los refugiados vacunarse contra la COVID-19

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Trabajadores sanitarios administran la primera dosis de la vacuna COVID-19 a personas refugiadas en Irbid, Jordania. Foto: ACNUR/Jose Cendon

Jordania se ha convertido en uno de los primeros países del mundo en comenzar a vacunar a los refugiados contra la COVID-19, informa hoy ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados.

Raia Alkabasi, refugiada iraquí que vive en la ciudad norteña de Irbid, ha sido la primera refugiada registrada por el ACNUR en el país que ha recibido este viernes la vacuna en una clínica de vacunación de Irbid.

«Una vez más, Jordania ha demostrado un liderazgo y solidaridad ejemplares al acoger a personas refugiadas. El país ha incluido a los refugiados en todos los aspectos de la respuesta de salud pública a la pandemia, incluida la campaña nacional de vacunación, demostrando cómo se debe hacer si queremos mantener a todo el mundo seguro», ha dicho el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.

Grandi ha hecho un llamamiento a todos los países «para que sigan su ejemplo e incluyan a los refugiados a la par que sus nacionales en sus campañas de vacunación» y de acuerdo con los principios de asignación del Servicio COVAX, una iniciativa mundial que reúne a gobiernos y fabricantes para garantizar que las vacunas contra la COVID-19 lleguen finalmente a los más necesitados, determinando que los países de ingresos bajos y medios son prioritarios para recibir este apoyo.

De este modo, ACNUR ha destacado que de los 78 países que están actualmente desarrollando estrategias nacionales de vacunación COVID-19, la mitad de ellos se ha comprometido a incluir a los refugiados.

«La gran mayoría de las personas refugiadas del mundo son acogidas en países de ingresos bajos y medios. La comunidad internacional debe hacer más para apoyar a los gobiernos anfitriones en el acceso a las vacunas. El acceso global y equitativo es lo que en última instancia protegerá vidas y detendrá la pandemia», ha dicho Grandi.

Desde que se confirmó el primer caso de COVID-19 entre los refugiados en Jordania en septiembre del año pasado, 1.928 refugiados que viven en campos de refugiados han dado positivo en el test. La proporción de refugiados con COVID-19 se ha mantenido baja, en un 1,6 %, en comparación con el 3 % de la población jordana en general.