La solución de la ONU para todos los problemas de las niñas es el aborto

La solución de la ONU para todos los problemas de las niñas es el aborto

Una declaración del Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer cita 27 veces esta práctica pero no pide mejoras educativas o en atención sanitaria

María Martínez López
La ONU propone el aborto para las niñas
Una chica lleva leña hasta su pueblo en Madagascar. Foto: CNS.

En el Día Internacional de la Niña, a parte del aparato de Naciones Unidas le pareció que lo único que necesitan las chicas de todo el mundo para superar los obstáculos a los que hacen frente es el aborto. Así se desprende de la declaración que el Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés) hizo pública con motivo de esta efeméride, el pasado 11 de octubre.

Como ha denunciado la organización C-Fam, la declaración está centrada única y exclusivamente en garantizar el acceso de las menores de edad al aborto y, en menor medida, a la anticoncepción. El texto señala, por ejemplo, que existen numerosos «vacíos» e incluso «regresión» en la «protección del acceso de las chicas al aborto seguro y a servicios postaborto». Esto equivale no prestar la «consideración debida a la protección de sus vidas, su salud física y psicológica y su futuro», además de «no reconocer su papel vital y su contribución potencial» al potencial humano y económico de sus países. Elementos todos ellos que, según el texto, son imposibles de potenciar sin acabar con la vida de los hijos que esperan.

Entre las causas de preocupación, la única que la declaración de CEDAW cita explícitamente es la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos que, en junio de 2022, afirmó que no existe un derecho constitucional al aborto. Esto implica «un alarmante deterioro en el acceso al aborto» para «un creciente número de chicas» en el país.

¿Solución al matrimonio infantil?

A continuación, la declaración se centra en los problemas que la maternidad precoz causa a las muchachas en todo el mundo, especialmente entre las que tienen «un nivel educativo o un estatus económico inferior». Los embarazos y la maternidad precoces, prosigue el texto, afectan negativamente a la salud y educación de las chicas, a sus ingresos y a su futuro. También reducen su papel a lo doméstico y las estigmatizan. Se afirma, por ejemplo, que las complicaciones de la maternidad son una de las principales causas de muerte prematura entre jóvenes de 15 a 19 años. «Con frecuencia como resultado del fracaso del Estado para regular de forma efectiva los servicios sanitarios», reconoce el documento.

Son muchas las entidades que con motivo del Día Internacional de la Niña denunciaron el impacto del matrimonio y la maternidad precoces y de la violencia en las chicas. World Vision, por ejemplo, publicó un informe según el cual el 30 % de las niñas casadas entrevistadas en Tanzania habían sido obligadas a mantener relaciones sexuales y tenían un 17 % de probabilidades de sentirse tristes que sus compañeras no casadas.

Sin embargo, lo llamativo de la declaración del CEDAW es que, a diferencia de estos, apenas propone medidas para abordar dichos problemas desde la raíz. No exige que los sistemas sanitarios adopten protocolos adecuados de atención durante el embarazo, el parto y el puerperio. Tampoco que se invierta en programas para prevenir el abandono escolar y promover la educación de las niñas, salvo si es «sobre su salud y derechos sexuales y reproductivos».

En cuanto al matrimonio infantil, abolirlo es solo una de la docena de propuestas que incluye el documento del organismo de la ONU: servicios anticonceptivos asequibles o incluso gratuitos, «despenalización del aborto», «acceso al aborto seguro y de calidad», «asegurar que la regulación del aborto no las obliga a recurrir a abortos inseguros», «prevenir la estigmatización de las chicas que quieren abortar»… La palabra aborto se cita 27 veces, frente a solo tres el matrimonio infantil.

De hecho, la declaración asegura que «el acceso a las formas modernas de anticoncepción y al aborto seguro y de calidad es un derecho humano bajo el derecho internacional». Una afirmación que, como recuerdan desde C-Fam, es falsa puesto que «ninguna resolución o tratado de la ONU ha considerado el aborto como un derecho humano nunca».