La Santa Sede recuerda que la protección de la población civil en Ucrania «debe ser una prioridad»

Además de las víctimas mortales y la destrucción de ciudades enteras, la invasión rusa de Ucrania está provocando un éxodo masivo de la población. Según Filippo Grandi, cabeza visible del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Regugiados (ACNUR), en poco más de una semana más de un millón de ucranianos han huido del país, una cifra que podría llegar hasta los cuatro millones.

De hecho, en las negociaciones que mantienen abiertas Ucrania y Rusia el único principio de acuerdo tiene que ver con la apertura de corredores humanitarios para que los civiles puedan huir de las zonas de conflicto, una medida positiva, pues salvaría muchas vidas, pero que, según algunos analistas, dejaría vía libre para un ataque total de las fuerzas rusas.

En cualquier caso, el observador permanente ante las Naciones Unidas, recordó en un encuentro organizado sobre el Plan Regional de Respuesta a los Refugiados para Ucrania que «la protección de la población civil, así como del personal humanitario de acuerdo con el derecho internacional humanitario debe ser una prioridad». Así, recordando las palabras del Papa Francisco el pasado 27 de febrero, añadió: «Es urgente abrir corredores humanitario».

Los obispos católicos bielorrusos y rusos piden parar la guerra

Por otra parte, los obispos católicos de Bielorrusia han condenado la guerra a través de una declaración, informa Vatican News. Tras mostrar su deseo de que las conversaciones que están produciendo en su país tengan éxito, añade: «Hay que hacer todo lo posible por una resolución pacífica del conflicto».

Desde Rusia, el arzobispo católico de Moscú, el italiano Paolo Pezzi, vive con preocupación el avance de las tropas rusa en Ucrania, aunque mantiene la esperanza. «No se puede perder la fe en Dios incluso en las páginas más oscuras de la historia», afirma en conversación con Europa Press.

El también presidente del episcopado ruso firmó una carta junto con el resto de obispos católicos del país en el que advierten a los políticos y gobernantes de Rusia «que tendrán que dar estricta cuenta de las acciones militares que tomaron» y piden que detengan el conflicto en Ucrania.

«El curso de los siglos venideros depende en gran medida de sus decisiones actuales», señalan lo prelados rusos, haciendo referencia a Lumen gentium, una de las constituciones del Concilio Vaticano II.