La Santa Sede reclama en la ONU más fondos para los refugiados palestinos

La Santa Sede reclama en la ONU más fondos para los refugiados palestinos

El observador permanente ante Naciones Unidas, Gabriele Caccia, pidió que se investigue la muerte de la periodista Shireen Abu Aqleh y una «solución equitativa» sobre Jerusalén

María Martínez López
ONU Palestina
Manifestación en Gaza por el 18º aniversario de la muerte de Yasser Arafat, el 10 de noviembre. Foto: EFE / EPA / Mohammed Saber.

A la Santa Sede le preocupa «la gran y creciente falta de fondos» que sufre la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Esta «amenaza con cortar la ayuda a los más vulnerables» en un tiempo en el que «las necesidades son más elevadas que nunca». Expresó este temor Gabriele Caccia, observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, durante su intervención el 7 de noviembre ante el Cuarto Comité de la Asamblea General, el Comité Especial sobre Política y Descolonización.

La UNRWA ha jugado un «papel significativo en proteger y mantener la dignidad humana y los derechos de los refugiados palestinos». Por eso, su falta de financiación amenaza con «aumentar la prevalencia de la pobreza entre los refugiados palestinos, que podría alimentar la desesperación y hacer que más elijan el camino de la violencia».

Como respuesta, la Santa Sede «ha renovado su compromiso anual». Con él, pretende «apoyar su atención a los niños, que se enfrentan a un conflicto que ellos no han creado». Asimismo, «anima a todos los estados a que consideren hacer su propia contribución».

Que la verdad salga a la luz

Después de este comienzo tan concreto, Caccia prosiguió lamentando «la escalada de violencia en Palestina e Israel y la consiguiente y trágica pérdida de vidas». Mención especial mereció la periodista palestina cristiana Shireen Abu Aqleh, que murió el pasado mes de mayo mientras cubría una operación del Ejército israelí en Cisjordania. La Santa Sede, afirmó su observador, «renueva su más profundo pesar» por lo ocurrido. Y mantiene la «esperanza de que sacando la verdad a la luz, sus familiares y aquellos que confiaban en sus coberturas reciban algo de solaz».

Por otro lado, para que haya cualquier perspectiva de un «acuerdo final de paz», «debe cesar la violencia». Caccia invitó a que los líderes israelíes y palestinos se escuchen con seriedad y respeto, entablando un diálogo y un entendimiento mutuos. Por último, reiteró la importancia que cualquier «salida completa y duradera» a la cuestión palestina «debe incluir una solución equitativa sobre la ciudad santa de Jerusalén».

Esta «debe mantener totalmente los derechos de todos sus habitantes y asegurar que todos los creyentes, judíos, cristianos y musulmanes, disfruten de acceso libre a sus respectivos lugares sagrados» de acuerdo al statu quo. Por ello, el representante de la Santa Sede insistió en pedir «un status especial» para la ciudad, «garantizado internacionalmente».