La Santa Sede confirma el viaje del Papa a Canadá previsto para finales de julio - Alfa y Omega

La Santa Sede confirma el viaje del Papa a Canadá previsto para finales de julio

Francisco visitará el país a pesar de los dolores de rodilla que le obligaron a cancelar su periplo por África

Redacción
Francisco subiendo al avión durante su viaje a Chipre. Foto: AFP/ Vincenzo Pinto.

El Papa Francisco viajará a Canadá del próximo 24 al 30 de julio a pesar de los dolores de rodilla que le obligaron a cancelar el que tenía previsto realizar a principios de ese mismo mes a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.

La Santa Sede detalló este jueves el programa oficial de la visita a Canadá del Pontífice. El viaje ya había sido anunciado el 13 de mayo, aunque después habían surgido numerosas dudas sobre el mismo tras la cancelación por sorpresa de la gira africana.

Los problemas de rodilla, que le han llevado a usar una silla de ruedas y un bastón en sus últimos actos públicos, ya le había obligado a aplazar una visita al Líbano prevista para mediados de junio que, aunque no estaba anunciada oficialmente, habían adelantado las autoridades libanesas.

Petición de perdón

Según el programa confirmado este jueves, Francisco visitará las ciudades de Edmonton, Québec e Iqaluit, donde se espera que el Santo Padre pida de nuevo perdón ante los pueblos indígenas por los abusos que sufrieron en escuelas gestionadas por los católicos.

El Papa ya había adelantado su intención de visitar Canadá el pasado 1 de abril después de recibir en la Santa Sede a las comunidades indígenas y pedirles perdón por el «reprobable comportamiento de los hombres de la Iglesia» en aquellos internados.

Los gobiernos canadienses encomendaron desde finales del siglo XIX hasta 1997 a instituciones católicas, anglicanas y protestantes la educación de los niños indígenas, que eran apartados de sus asentamientos, incluso sin el consentimiento de sus padres. En esos internados, según la agencia EFE, se les prohibía usar su nombre, su idioma y sus tradiciones.

Se calcula que entre 1890 y 1997 alrededor de 150.000 niños indígenas fueron internados a la fuerza en centenares de residencias escolares y que unos 4.000 menores murieron por las condiciones insalubres en las que vivían.