La sangre de los mártires sigue vivificando España - Alfa y Omega

La sangre de los mártires sigue vivificando España

«La sangre de los mártires vivificará a la Iglesia en España», aseguró el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Papa, al presidir en la basílica de San Pedro la misa de acción de gracias por la proclamación de 498 Beatos españoles del siglo XX

Jesús Colina. Roma
Un momento de la misa de acción de gracias.

Ante los ocho mil peregrinos que llenaban la basílica de San Pedro del Vaticano con motivo de la beatificación de los mártires españoles, el cardenal Tarcisio Bertone afirmó: «Dios quiera que esta beatificación suscite en España una fuerte llamada a reavivar la fe cristiana e intensificar la comunión eclesial». El Secretario de Estado del Papa pidió al Señor «que la sangre de estos mártires sea semilla de numerosas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, así como una constante invitación a las familias, fundadas en el sacramento del Matrimonio, a que sean para sus hijos ejemplo y escuela del verdadero amor y santuario del gran don de la vida».

El cardenal Bertone hizo, además, una aclaración, que no por reiterada deja de ser oportuna, a la vista de cómo algunos insistieron en presentar esta beatificación: «Estos mártires —dijo— no han sido propuestos al pueblo de Dios por su implicación política, ni por luchar contra nadie, sino por ofrecer sus vidas como testimonio de amor a Cristo, con la plena conciencia de sentirse miembros de la Iglesia». Y recordó: «Por eso, en el momento de la muerte, todos coincidían en dirigirse a quienes les mataban con palabras de perdón y de misericordia».

El cardenal Antonio Cañizares Llovera, arzobispo de Toledo, pronunció un saludo de bienvenida en la ceremonia, en el que transmitió el agradecimiento de la Iglesia en España al Papa —en la persona del cardenal Bertone, su colaborador más cercano— «por este regalo de los nuevos beatos».

El arzobispo primado de España afirmó que «estos mártires dieron su vida en testimonio del Dios único, de Dios vivo que es Amor. Su sangre derramada por amor a Dios es el signo y el mayor grito a favor del amor entre los hombres, queridos por Dios hasta el extremo». Y concluyó: «Ellos constituyen una llamada apremiante a la unidad, a la paz, al reconocimiento y respeto de cada ser humano, al diálogo, a la mano tendida, al perdón y a la reconciliación entre todos, porque así Dios lo quiere. Entregaron su vida en obediencia y en cumplimiento de la voluntad de Dios, que es misericordioso, y nos llama a la misericordia y el perdón».

Broche de oro

La celebración eucarística puso el broche de oro a las celebraciones que han tenido lugar en la Ciudad Eterna con motivo de la beatificación en las que han participado 71 obispos españoles, más de 1.300 sacerdotes y unos 2.500 familiares de los nuevos Beatos. Además de los más de 500 periodistas acreditados habitualmente en la Oficina de información de la Santa Sede, 150 reporteros han cubierto específicamente este acontecimiento, sin contar varias decenas de canales de televisión.

En cuanto a la retransmisión a través de la pequeña pantalla, el Centro Televisivo Vaticano emitió las imágenes de la ceremonia de beatificación y de la misa de acción de gracias. La ceremonia del domingo fue retransmitida en directo para España por TVE, Popular TV e Intereconomía TV, mientras que la del lunes la transmitió Popular TV.

Según datos oficiales de SOFRES para TVE, una audiencia media de 534.000 telespectadores siguieron en directo la ceremonia de beatificación por La 2, cifra muy superior a la media de la cadena en ese horario, mientras que la audiencia de Popular TV fue de más de 230.000 personas. A estas cifras hay que añadir el número de personas que siguieron la ceremonia por la radio e Internet, a través de la página web de la Conferencia Episcopal Española.

La fe revitalizada

Terminados los actos de la beatificación, llegó el momento de hacer balance. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, padre Martínez Camino, explicaba, desde Roma, que las beatificaciones ayudarán a «revitalizar la fe» y a impulsar «la paz y la reconciliación». Asimismo, reiteró, ante la insistencia de los periodistas, que «los tribunales encargados de resolver las causas de martirio nunca preguntan por la ideología de los candidatos» y que «los procesos están abiertos a todos», siempre que se cumpla que «murieron exclusivamente por demostrar fidelidad a Jesucristo».

El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, también valoró muy positivamente la beatificación celebrada estos días en Roma, y afirmó que el Papa había quedado muy impresionado por la presencia masiva de obispos españoles en el encuentro. El cardenal Herranz expresó a Zenit cómo «el punto fundamental de todas las celebraciones es fortalecerse en la fe y recordar el núcleo de todo el Concilio Vaticano II: la llamada universal a la santidad y al apostolado que nace del sacramento del Bautismo». El arzobispo de Barcelona, monseñor Lluís Martínez Sistach, que será creado cardenal el próximo 24 de noviembre, dijo sobre la beatificación que «la sociedad busca soluciones, más que con palabras, con hechos. Hemos tenido aquí 498 testimonios que, por ningún motivo político, solamente por su fe y por sus ideales profundos, dieron su vida».