El autocalificado de «Salón Erótico de Barcelona» promociona la pornografía, con el agravante que desde el año 2015 está patrocinado por la red de prostíbulos Apricots, cuyo lema es el siguiente: Queremos ser tu marca de puterío. Todo esto se hará entre el 6 y el 9 de octubre en una instalación municipal, que es de todos los barceloneses, el Pabellón Olímpico de la Vall d’Hebron, y que utiliza el nombre de Barcelona para promocionarse.
Todo esto no sería posible sin la colaboración del gobierno municipal. Prostitución –puterío según sus patrocinadores- organizada a gran escala y porno, se dan la mano para transformar en política su identidad, y así avanzar todavía más en la sociedad. Porque la campaña utiliza un video promocional claramente politizado que promueve la legalización de la prostitución, y ataca a la Iglesia, y acusa de hipócrita a la sociedad por no asumir con plenitud ambas cuestiones. Se construye una ideología de la explotación sexual de la mujer.
Es una pantomima hipócrita, una cortina de humo, que el gobierno municipal, presidido por una mujer, realice una campaña contra las agresiones a las mujeres en la Fiesta Mayor del barrio de Gràcia, cuando solo ha habido una denuncia en diez años, y sea cómplice de lo que está en la base de toda mentalidad agresora: la cosificación sexual de la mujer; la prostitución y la pornografía.
Señora Ada Colau, le exigimos que:
1. Retire la autorización para que tamaña promoción agresora de la mujer se realice en una instalación municipal.
2. Impida asociar el nombre de Barcelona a esta actividad patrocinada por una cadena de prostíbulos.
Pedimos a todos los grupos municipales que actúen en el mismo sentido. La inacción es complicidad.