«La pandemia ha servido para reforzar los lazos de las familias de niños con discapacidad» - Alfa y Omega

«La pandemia ha servido para reforzar los lazos de las familias de niños con discapacidad»

El Consejo para la Infancia Excepcional de Estados Unidos premia a L’Alqueria de la Universidad Católica de Valencia por su labor durante la pandemia, apoyando de forma telemática a las familias de niños con necesidades especiales

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Margarita Cañadas ante las puertas de L’Alqueria. Foto: UCV.

El Consejo para la Infancia Excepcional, una entidad americana de referencia en el mundo en lo que respecta a la educación de niños con discapacidad, ha premiado al centro de atención temprana L’Alqueria, de la Universidad Católica de Valencia, por su trabajo durante la pandemia.

A lo largo de este último año, «nos hemos encontrado con muchos padres que han visto cómo se han cerrado los centros de sus hijos, o que necesitaban tratamientos que no podían recibir», afirma la directora de L’Alqueria, Margarita Cañadas.

Por eso, «nos hemos esforzado en acompañar a los padres y darles competencias para asegurar el desarrollo y el crecimiento de sus hijos a todos los niveles», añade.

En unos meses en los que se ha dificultado la atención domiciliaria y se ha hecho imposible acudir a los centros educativos, las familias se han encontrado «en momentos complicados que les han generado ansiedad». Por ello, el centro de la UCV ha facilitado guías, materiales, webinars, entrevistas personales y videos formativos para apoyar a padres y educadores a través de medios virtuales.

«Nosotros siempre hemos trabajado con las familias y junto con ellas, porque el niño se desarrolla mejor interactuando con sus cuidadores principales», asegura Cañadas. Así, en la pandemia «las familias nos han pedido continuar el apoyo para atender las necesidades de sus hijos, y por eso hemos dado formación a nuestros profesionales colaborar con ellas» de manera telemática.

¿Cómo ha afectado este tiempo tanto a padres como a hijos en lo que atañe a su desarrollo? «Es pronto para hacer evaluaciones y todavía estamos recogiendo datos —afirma Margarita Cañadas–, pero hay de todo. Hay niños que han estado más tranquilos solo por poder estar en casa, y hay otros que necesitan más movimiento y los meses de confinamiento les han afectado. No hay un patrón, aunque es evidente que el nivel de ansiedad que hemos vivido todos les ha afectado de alguna manera».

En general, durante estos últimos meses «las familias han necesitado mucho apoyo», pero también han experimentado «la ventaja de trabajar más en familia y la posibilidad de estar más tiempo con sus hijos, algo clave para su crecimiento». Por eso, la pandemia «ha servido para reforzar los lazos de las familias de niños con discapacidad», ya que «ha dado oportunidad para, dentro de lo malo, comprobar que la interacción de los padres con sus hijos en el día a día es imprescindible para su desarrollo».

«Al final –reconoce la directora de L’Alqueria–, el niño aprende más y mejor en su contexto natural y al lado de las personas con las que vive. Cada rutina del niño es una oportunidad para aprender, y los padres saben que esta posibilidad de crecimiento no la pueden delegar en otras personas».

Los profesionales de L’Alqueria les han apoyado con sus competencias, pero «al final los hijos son producto de las enseñanzas y del contacto que tienen con sus padres, porque en este sentido el niño con discapacidad por encima de todo es un niño como cualquier otro».