«La oración será lo que les dé la fuerza durante toda su vida»
El Papa ha bautizado este domingo a 13 niños en la capilla Sixtina siguiendo con la tradición que marca la fiesta del Bautismo del Señor
Los balbuceos y algún que otro llanto procedente de unos invitados muy especiales se han apoderado este domingo de la capilla Sixtina. El Papa ha bautizado a 13 bebés siguiendo con la tradición que marca esta fiesta del bautismo del Señor por la que los Pontífices bautizan a algunos niños en la imponente capilla que alberga la obra maestra de Miguel Ángel. Es además una de las pocas ceremonias que tienen como escenario este lugar además de los cónclaves. Los bebés suelen ser los hijos de los empleados de la Santa Sede. Como ha hecho en estos años precedentes, el Santo Padre ha pronunciado una breve homilía consciente de que los niños son muy pequeños y llevan muchas horas fuera de casa.
Francisco ha dicho a los padres y padrinos que el bautismo supone un renacer, esta vez, a la vida cristiana. Por eso, recordar la fecha es importante porque es como la fecha del propio cumpleaños. También ha encomendado a los padrinos la tarea de enseñar a los niños a rezar porque «la oración será lo que les dé la fuerza durante toda su vida. En los momentos buenos, para dar gracias a Dios, y en los momentos malos, para encontrar la fuerza». Y, sobre todo, les ha pedido que les enseñen a rezar a la Virgen María, intercesora: «Se dice que cuando alguien está enfadado con el Señor o se ha alejado de Él, la Virgen siempre está cerca para ayudar a retomar el camino».
Y con delicadeza y mucha naturalidad, el Papa ha invitado a los padres a dejar que los bebés lloren, griten o se expresen libremente con tal de que estuvieran cómodos. Lo importante, ha dicho, es que la celebración sea una fiesta, «la fiesta del comienzo de un bello camino cristiano en el que vosotros ayudareis a vuestros hijos a caminar».