La ONU condena la violencia contra los textos sagrados

La ONU condena la violencia contra los textos sagrados

La Asamblea General de Naciones Unidas aprueba una resolución que califica estos actos de violaciones del derecho internacional, desoyendo la opinión contraria de España en nombre de la UE

Redacción
ONU quema Corán
Manifestación el pasado lunes en Saná (Yemen) contra la quema del Corán en Suecia. Foto: AFP / Mohammed Huwais.

La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el pasado martes una resolución que condena todos los actos de violencia contra los libros sagrados. Es la respuesta de las Naciones Unidas a la oleada de críticas desde países árabes y musulmanes hacia aquellos países que recientemente han permitido la quema de ejemplares del Corán en Suecia y Dinamarca. El hecho califica estos actos de violaciones del derecho internacional, informa Europa Press.

La misión permanente de Marruecos en Naciones Unidas presentó la resolución, denominada Promover el diálogo y la tolerancia interreligiosos e interculturales en la lucha contra el discurso de odio, que buscaba «combatir el discurso de odio impulsado por el extremismo violento, el oscurantismo, el populismo y el racismo».

La resolución «condena enérgicamente todos los actos de violencia contra las personas sobre la base de su religión o sus creencias, así como de cualquier acto dirigido contra sus símbolos religiosos, libros sagrados… en violación del derecho internacional», indicó la misión marroquí a través de su perfil de Twitter.

Libertad de expresión

El representante de España, en nombre de la Unión Europea, expresó su preocupación por esta referencia al derecho internacional. «Si bien tales acciones son profundamente ofensivas e irrespetuosas, no constituyen una violación» del mismo, alegó.

En esta línea se pronunció asimismo el representante de Dinamarca, que habló en nombre de los países nórdicos. Remarcó que su bloque condena tales actos, desvinculándose de los mismos. Pero también señaló que defienden el derecho a la libertad de expresión, que no puede estar limitado por el derecho a la libertad de religión.

El pleno de la Asamblea General rechazó la enmienda presentada por España, con 62 votos en contra, 44 a favor y 23 abstenciones. Luego, adoptó la resolución en su totalidad. Tras ello, la Asamblea pidió a los Estados miembros que se comprometan a promover el diálogo interreligioso e intercultural, instando a que combatan el discurso de odio y aborden su creciente propagación.