La Iglesia rescata a mujeres del «infierno» del maltrato - Alfa y Omega

La Iglesia rescata a mujeres del «infierno» del maltrato

A Luisa la engañaron y agredieron para encerrarla en un prostíbulo. Gracias a un proyecto sostenido con fondos de la X de la renta ha podido salir

José Calderero de Aldecoa
La Casa Besana, de Cáritas Diocesana de Jaén, está financiada con los fondos de la casilla de la Iglesia en el IRPF. Foto: Cáritas Diocesana de Jaén / A. González.

Luisa no se llama Luisa, pero no puede revelar su verdadero nombre por cuestiones de seguridad. Otras mujeres con una historia similar ahora están muertas. Han sido asesinadas por sus parejas, un crimen perpetrado contra once mujeres en 2023 y que ha afectado a 1.195 desde 2003. Luisa, sin embargo, ha conseguido escapar de este «infierno», como lo califica en entrevista con Alfa y Omega, gracias a su determinación y a la ayuda de la Iglesia.

Todo comenzó en su Colombia natal. «Yo me dedicaba a la costura y me ofrecieron un trabajo en España», recuerda esta mujer, que vio en esa oportunidad laboral un medio para dar un mejor futuro a sus dos hijos. La oferta incluía, además, un préstamo para poder sufragar los gastos del traslado en avión, que ascendían a 1.800 euros. De esta forma llegó a España en 2019 y, nada más poner un pie en su futuro, este se desvaneció en mil pedazos. «Inmediatamente me quitaron la documentación y me trasladaron a un club de alterne para que les pagara lo que les debía», lamenta. La tristeza y el miedo se apoderaron de ella, pero después de dos meses, cuando en teoría ya había devuelto todo el dinero, reunió el valor necesario para exigir su liberación. «Ya les pagué el dinero. Yo no quiero esta vida para mí. Me marcho», les dijo. Y lo hizo.

Luisa se pudo escapar y recaló en casa del amigo de una conocida. «No tenía otro sitio al que ir», explica. Pocos días después, sin embargo, sus captores la encontraron y la presionaron para que volviera al negocio. «Pero como me seguía negando, me empezaron a insultar y uno de ellos me golpeó en la espalda fuertemente». Tras la agresión, hubo un antes y un después. Ella entendió que necesitaba ayuda, pero estaba sola. ¿Qué hacer? El dueño de la casa la puso en contacto con una trabajadora social, que le consiguió una plaza en un albergue para la primera noche y, después, la remitió a Cáritas Diocesana de Jaén. La entidad eclesial hospedó a Luisa en la Casa Besana, que abrió sus puertas en 1998 para acoger a mujeres víctimas de violencia de género y que está financiada con fondos procedentes de la casilla de la Iglesia en el IRPF.

Evolución de la recaudación por IRPF

«Por aquel entonces, no había una legislación específica para acompañar a mujeres víctimas de violencia de género, así que decidimos implicarnos nosotros en esta labor», señala Anabel Molina, responsable del programa de Mujer de Cáritas Diocesana de Jaén. Y cuando en 2004 se puso en marcha la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, «se reformuló la casa y empezamos a acompañar víctimas que se habían quedado fuera de la ley», añade. Una lista en la que figuran las mujeres a las que se les han agotado los plazos de acogida, las que no quieren denunciar o las que han sido agredidas, pero no por sus parejas o exparejas, como en el caso de Luisa.

Tras pasar por Casa Besana, consiguió salir adelante y hoy tiene un trabajo con el se costea una casa y que le ha permitido traer a sus dos hijos desde Colombia. «Lo primero que tratamos es la recuperación emocional y personal», explica Molina. A partir de ahí, «cuando ellas se sienten en casa, seguras, se inicia el proceso de transformación personal, el proyecto de vida», en el que entran en juego «el resto de programas de Cáritas, como el de Empleo». En la actualidad, Casa Besana acoge a cinco madres y nueve niños. Se trata solo de una muestra de las cerca de cuatro millones de personas que la Iglesia atendió el año pasado en sus centros caritativos y asistenciales. Una labor que ha sido posible gracias a las más de 8,5 millones de personas que en el último ejercicio fiscal marcaron la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta, 84.000 de ellas por primera vez. «En total, la cantidad recaudada se situó en los 320 millones de euros, lo que supone un aumento del 8,5 % respecto del año anterior», explicó el director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, José María Albalad, durante la presentación de la campaña Xtantos 2023.

Con el lema Por ellos, por ti, por tantos, la campaña —que estará activa entre el 27 de marzo y el 30 de junio— anima a marcar la casilla de la Iglesia en el IRPF, porque «detrás de cada X hay una historia, tantas como personas —con sus angustias, anhelos e ilusiones— que necesitan apoyo», subrayó Albalad. Como Luisa o Ruth, también sometida a violencia de género y que es una de las protagonistas de la campaña Xtantos 2023. «El maltrato ha marcado mi vida. Pensé que esa pesadilla jamás terminaría. Se me pasaron por la cabeza muchas cosas. Pero pude salir gracias a mi parroquia», confiesa Ruth.