La Iglesia en Perú pide a Repsol que repare «en forma completa» el vertido de petróleo
La empresa española continuó con una descarga a pesar de que existía riesgo de tsunami e informó inicialmente de un derrame mucho menor que los 6.000 barriles que luego se han constatado
El arzobispo de Lima, Carlos Castillo, ha pedido a Repsol que repare «en forma completa y a largo plazo» el daño causado por el vertido de 6.000 barriles de petróleo que se produjo el día 15 de enero en la costa de la ciudad y la región de Callao. El derrame contaminó 1,8 kilómetros cuadrados de costa y 7,1 kilómetros cuadrados de mar.
«Este es un problema de años», por lo que «la compañía tendría que estar obligada a la restitución de toda la vida que viene para esa gente». No es suficiente «dar limosnitas», subrayó Castillo el sábado en su programa Diálogo de fe, en la emisora RPP.
El arzobispo manifestó de manera especial su preocupación por los pescadores y sus familias. «No es posible que ahorita quieran contratarlos para que limpien. Yo no digo que no se ayude a que todo se resuelva», pero se trata de una solución parcial y temporal. Los hijos de esas personas «van a crecer en ese ambiente», mientras «hacemos de la vista gorda o ponemos cara de “yo no fui”. Eso es gravísimo», lamentó.
«Todo es por ganar»
Criticó en concreto la actitud de la empresa. «Todo es por ganar y por la ambición de llenarse de dinero a costa de la depredación. Es el interés propio el que genera la desigualdad», sin asumir «la responsabilidad hacia lo que sufre el otro». Por eso «se piensa en soluciones solamente técnicas y calculadas, según la ganancia».
Las palabras de Castillo se produjeron un día después de que el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Miguel Cabrejos Vidarte, subrayara que «hay que actuar rápidamente» y que los implicados «deben asumir sus responsabilidades y remediar urgentemente el enorme daño medioambiental generado». Las consecuencias del vertido, aún sin calcular en su totalidad, «afectan a dos áreas protegidas, al ecosistema del lugar, a la vida de cientos de pescadores, a los habitantes de la zona, pero también a las aves y al plancton».
La ola tardó 16 horas en llegar
El derrame se produjo el sábado 15 de enero mientras un buque descargaba petróleo crudo en las tuberías de la refinería La Pampilla y el mar arrancó dos de esas tuberías. Repsol se escuda en que fue un accidente que escapaba a su control por ser consecuencia del fuerte oleaje causado por la erupción del volcán Hunga-Tonga, en Tonga; un «fenómeno imprevisible». La Marina de Guerra peruana descartó lanzar la alerta de tsunami como sí habían hecho Chile y Ecuador. Sin embargo, la ola tardó unas 16 horas en llegar a las costas peruanas.
La voz de la Iglesia se suma a la de entidades ambientales como Ecologistas en Acción, que ha exigido al grupo español que explique «por qué continuaron con la descarga» de petróleo «a pesar de tener motivos» para pensar que había «algún posible riesgo». Quieren saber también «por qué no se desplegó un plan de contingencia más equipado desde el principio, aun observando inicialmente que el vertido había sido mínimo».
Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), del Ministerio del Ambiente peruano, el mismo día del accidente la refinería reportó un vaciado de 0,16 barriles de hidrocarburo (25 litros) en un espacio de apenas 2,5 metros cuadrados. El presidente de la empresa española en el país, Jaime Fernández-Cuesta, ha reconocido que hubo un «error de percepción», informa Efe. En declaraciones al programa Punto final de la emisora Frecuencia Latina, aseguró también que están haciendo todo lo posible para paliar el problema y limpiar las playas y el mar.
Reacción tardía
Sin embargo, en el mismo programa la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, aseguró que dos o tres días después del derrame «el plan de contingencia no se había desplegado» ni había suficiente personal. Por ello, el Gobierno se plantea tomar medidas contra el grupo español por lo que considera el peor desastre ecológico en el país en tiempos recientes.
Ecologistas en Acción también ha anunciado que apoyará las demandas del Movimiento Ciudadano Frente al Cambio Climático de Perú (MOCICC), «que exige que Repsol haga público su plan de contingencia y rinda cuentas por la ineficacia de las medidas de contención desplegadas».